La escuela surgió y creció junto a la comunidad del pequeño paraje 11 de Septiembre. Hoy funciona en un edificio totalmente nuevo.
La comunidad del paraje 11 de Septiembre estuvo de fiesta. Junto al acto de fin de ciclo, celebraron los 25 años de fundación de la escuelita como la llaman los vecinos del lugar. Se trata del aula satélite de la escuela 791, ubicada sobre la ruta provincial 24, a 30 kilómetros de Andresito.
Cristina Rodríguez de Olivera, directora del establecimiento, contó que a mediados de este año se mudaron al edificio nuevo de la escuela que cuenta con todas las condiciones para que los estudiantes estén cómodos y seguros.
Actualmente, el aula satélite cuenta con poco más de 20 alumnos que cursan en dos secciones de plurigrado: de nivel inicial a tercero asisten a la tarde y de cuarto a séptimo a la mañana. Son dos los docentes que trabajan en el establecimiento, uno en cada turno.

El edificio escolar está conformado por dos salones, una oficina y baños instalados. Los padres reutilizaron algunos materiales del antiguo edificio y construyeron un patio cubierto.
Los desafíos del comienzo
Fabio Velazco, docente del establecimiento, contó que al inicio, la gente nombraba al lugar como Picada Criciumal, es un término brasileño que refiere a un lugar donde abunda la criciúma, una clase de bambú fino. Velazco trabajó en la escuela 791 desde 1993.
El maestro recordó que “una de las familias cedió un espacio de su chacra y se levantó una primera construcción con madera aserrada por un padre, con una motosierra 070”. Tras la creación del aula, solicitaron que el paraje se llame 11 de Septiembre, en homenaje a los docentes que trabajan en Andresito.
Tiempo después, la comunidad intercedió para acceder al servicio de energía eléctrica.

La escuelita en la memoria de los ex alumnos
El aula satélite fue el lugar de estudios de un centenar de pobladores de Andresito, algunos aún viven en el paraje.
Una de las ex alumnas, Leticia Schmidt (19), ahora estudiante de derecho en la Universidad Católica de Salta, recordó con mucho cariño esa etapa. “A pesar de las instalaciones y de los grados acoplados, los maestros siempre daban lo mejor de sí, lo convirtieron en un lugar donde éramos felices y aprendíamos mucho”, dijo.
Hasta hoy en día retiene las celebraciones patrias, cuando toda la comunidad colaboraba para “adornar y dejar más linda la escuela”.

Celebración de los 25 años
Con un emotivo acto, docentes, alumnos y vecinos de la zona se reunieron para celebrar las bodas de plata de la escuela. La ceremonia contó con la presencia de su primera maestra Violeta Cantero y su esposo, el director de ese entonces, Fabio Velazco.

También estuvieron presentes el intendente Bruno Beck, vecinos, padres de los alumnos actuales, ex alumnos y las familias pioneras del proyecto educativo.