La empresa de Elon Musk empleó este jueves desde Texas una nueva misión de prueba de la nave más grande y más poderosa del mundo que busca alcanzar el espacio exterior. Esto se da después de los dos intentos fallidos de 2023, que terminaron en explosiones, y de otro en marzo pasado en el que ninguna de las dos etapas lograron regresar.
Este jueves desde Boca Chica (Texas) despegó un nuevo vuelo del Starship. Por lo pronto, su propulsor Super Heavy pudo regresar al Golfo de México.
El despegue, que se llevó a cabo alrededor de las 7:50 hora local (09:00 hora argentina), fue en principio exitoso, especialmente porque su propulsor Super Heavy pudo regresar al Golfo de México, un hito que no había logrado.
El propulsor Super Heavy tuvo un “amerizaje suave” cerca de Boca Chica, al cabo de unos 6 minutos. Por su parte, el trayecto para la cápsula Starship durará poco más de una hora, con un amerizaje en el océano Índico.
En marzo pasado, la nave logró alcanzar las fronteras de la atmósfera terrestre, pero no logró concluir con éxito su descenso desde una altura de 160 kilómetros y a una velocidad de 26.000 km/h.
Las dos pruebas iniciales, que se realizaron en 2023, no lograron los objetivos marcados. En la primera de ellas, la nave explotó minutos después de alzar vuelo, mientras que en la segunda, las dos partes no se separaron y los controladores activaron un sistema de emergencia que hizo explotar el cohete de manera intencional.
La compañía insistió este jueves que todos estos constituyen vuelos de aprendizaje y pone de relieve que en cada uno de ellos registraron progresos.
Este cuarto vuelo, más que alcanzar la órbita prevista, que lo da por hecho SpaceX, la meta es “demostrar la capacidad de regresar y reutilizar Starship y Súper Heavy”, lo que incluye lograr “una entrada controlada” de la nave.
Un espectáculo turístico
Esta madrugada, y como se volvió costumbre, decenas de curiosos pernoctaron en la playa Isla Blanca, de la Isla del Padre Sur, a 1,5 kilómetros de Starbase, el complejo espacial de Elon Musk, en Boca Chica, una ciudad fronteriza con el estado de Tamaulipas (México).
La zona tiene una de las mejores vistas hacia la torre de lanzamiento, la cual está fuera del complejo de SpaceX y a unos 50 metros de la playa.
La playa Isla Blanca se tapizó de casas de campaña, sombrillas y sillas plegables e incluso uno de los hoteles de la zona organizó una fiesta privada, en la que un DJ amenizó la larga espera desde la madrugada.
Sobre las 4:30 hora local (9:30 GMT) miles de curiosos, turistas y aficionados comenzaron a llegar en masa provenientes de varios estados del país y también desde el extranjero.
“Estábamos de compras en Houston (Texas), pero nos enteramos que coincidía con este lanzamiento y no nos lo podíamos perder”, dijo Shen, de 16 años y quien viajó desde Pekín acompañada de su familia.
Niños, jóvenes, fotógrafos y familias completas aguardaron desde las primera horas este lanzamiento equipados con sombrillas, agua, comida y protector solar en un día en el que se espera que el termómetro alcance hasta 31 grados centígrados.
“Es una oportunidad única, no me importa pasar calor, hambre ni sed, no sé si alguna vez volveré a vivir algo así”, señaló a EFE entusiasmada Viviana, una colombiana asentada en Miami.
Fuente: Con información de EFE.