Esta semana, agentes especializados llevaron a cabo un allanamiento en la casa del diputado, Germán Kiczka. Ante este contexto, canal12misiones.com entrevistó a un profesional en Salud Mental, quien brindó detalles acerca de las características psicológicas de personas que consumen y producen estos contenidos.

Crece la polémica por las acusaciones sobre tenencia de contenido de explotación sexual infantil contra el diputado de Activar, Germán Kiczka. El hecho, donde también se encuentran involucrados su padre y su hermano, tuvo trascendencia a nivel nacional. Si bien son muchas las aristas del caso, la noticia genera interrogantes. ¿Cuál es el perfil psicológico de quien cuenta con este material?, ¿se puede identificar?, ¿cómo accionar frente a estos casos?
En este contexto, canal12misiones.com dialogó con Gerardo Forza, psicólogo del Cuerpo Médico Forense del Fuero Penal, quien analizó los patrones psicológicos y sociales de personas que producen y consumen este tipo de contenido.
—¿Cuáles son las características psicológicas comunes de una persona que consume y/o produce material de explotación sexual infantil, zoofilia e incesto?
—Es muy diferente el perfil de una persona que consume este material de las personas que lo producen. Hay gran diferencia entre quienes consumen, descargan, producen, comercializan y el abusador. En cuanto a quienes consumen, no existe un perfil homogéneo es decir, un solo perfil, con características psicológicas determinadas.
Específicamente en personas que descargan nos podemos encontrar con características comunes. Estas van variando porque la población cambia pero nos podemos encontrar con personas inteligentes, personas con lugares de poder que tienen un rango académico alto, con ingresos económicos medios o altos. Por lo general son hombres solteros, sin hijos, de entre 20 y 40 años. Últimamente se están encontrando chicos adolescentes y esto quiere decir que no se descarta en mujeres. Lo que si frecuentemente son hombres.
Como características psicológicas comunes nos podemos encontrar con personas con baja autoestima, reservadas, inseguras, con un déficit de cariño, más introvertidas, inmaduras, dependientes y poco sociables. Tiene problemas en entablar relaciones sociales con el otro y, sobre todo, con personas de su propia edad y nivel madurativo.
A diferencia de quienes abusan y realizan este material, quienes consumen tienen mayor autocontrol, menos distorsiones cognitivas, mayor empatía y menor identificación personal con la victima. Tienen mayor adaptación psicosocial, menos características antisociales. Por lo general no nos vamos a encontrar con personas que tengan antecedentes delictivos. A comparación de los delincuentes que sí cometen estas prácticas.
—¿Qué rol juegan las experiencias infantiles y traumas en el desarrollo de este comportamiento psicológico?
—Nos solemos encontrar con personas que han sido o han pasado experiencias de abuso sexual durante la infancia. También personas que atravesaron maltrato físico y psicológico que después pueden llegar cometer estos delitos de adultos. Sin embargo, hay personas que han tenido lo que llamamos comúnmente familias “amorosas” o “protectoras”. Es algo específico pero existen los dos casos.
—¿Se puede identificar un perfil psicológico que sea más propenso a desarrollar estas conductas?
—No, no se puede identificar. Hay características comunes psicológicas esperables pero no se puede identificar en sí. Por lo general estas personas funcionan con una posición de la personalidad, un mecanismo de defensa en el que la personalidad se divide en dos. Es como la famosa “fachada”. Por lo general son personas muy inteligentes que sortean los obstáculos, entonces es difícil llegar a ellas.
Puedo tener una personalidad con practicas socialmente aceptables. Y otra personalidad que es propensa o les genera sensación de placer ante estas prácticas. Esta es la verdadera personalidad donde el sujeto privilegia porque es tan grave lo que hace que la personalidad sustituta, es decir la social, es la que sostiene a la otra. Es como un mecanismo de autoprotección para no derrumbarse.
Son personas que funcionan de esa forma y es algo sumamente inconsciente. Por eso es que muchas veces niegan lo realizado, aunque las pruebas estén ahí. Aceptar esta parte que se busca desconocer es un posible derrumbe psíquico de la persona.
—¿Cómo se desarrolla la atracción hacia este tipo de material? ¿Es algo que se construye con el tiempo o puede surgir de manera súbita?
—Esto depende de la persona. Muchas personas tienen de base una adicción hacia internet y hacia el consumo de pornografía. Entonces lo que suele suceder es que se cansan, ya no les satisface la pornografía adulta y van a este tipo de material. Es algo que se va construyendo con el tiempo. Funcionan como una persona que tienen una adicción. Hay otras personas que curiosamente llegan a este material y ahí inician con el consumo.
—¿Qué tipo de motivaciones pueden surgir en la producción y el consumo de este tipo de contenidos?
Las motivaciones del que produce no son las mismas del que consume. Las personas que consumen son quienes tienen fantasías sádicas puestas en juego. Y son personas que tienen una relación con el dolor y el control del cuerpo del otro, el sometimiento a otro de forma más presente.
—¿Qué impacto psicológico tiene sobre el propio individuo involucrado en estas conductas?
—Podemos hablar de las personas que tienen un tipo de adicción. Son personas que por lo general tienen una relación dependiente a este tipo de prácticas. El trauma es diferente en cada persona y cada estadio evolutivo. Cuanto más chica es la persona que consume, más impacto puede tener en su psiquis. Esto se debe a que uno va desarrollando su personalidad y madurez. Por lo general si se consume cuando uno es chico, la dependencia es más grande.
—¿Cómo se suelen desarrollar las interacciones con otras personas que comparten estos intereses ilícitos? ¿Hay una búsqueda de validación o pertenencia en estos círculos?
—Estas personas se van juntando porque una misma cosa los rodea. Por lo general si ese interés en común desaparece, no hay otra cosa que sostenga el círculo o la relación entonces se desvanece. Si esto que les conecta está presente, el grupo por lo general es más fuerte. Incluso, hay grupos o fundaciones sumamente perversas que validan este tipo de prácticas, las justifican.

—¿Cuál es el rol de la terapia en casos donde las personas buscan ayuda por tendencias que saben que son inaceptables o ilegales?
—Por lo general estas personas no van al psicólogo porque les da mucha vergüenza esta situación. Lo tienen escondido. Son inteligentes como para disfrazarse y crear otra personalidad socialmente aceptable, esconder esta parte de ellos. Son personas que justifican sus acciones, entonces no frecuentan un psicólogo. En caso de que se las descubra y, por algún motivo concurran al psicólogo, el objetivo de la terapia sería el cambio de conducta.
—¿Cómo deberían actuar las instituciones y la sociedad en general para abordar y prevenir este tipo de conductas?
—La Educación Sexual Integral en la infancia es esencial para prevenir este tipo de conductas. Los chicos tienen que diferenciar determinadas acciones. Es esencial que haya presupuesto destinado a ello. Es la forma de prevenir estas conductas pero, como la mente y psiquis humana es grande, variada y va cambiando siempre, no quiere decir que por que haya inversión esto deje de estar porque es inherente al ser humano. Por eso tiene que haber gente formada para detectar estas situaciones en edades tempranas.