El 11 de septiembre, Maestros conmemoran su día. Estela Britez Obregón es docente de la Escuela Intercultural Bilingüe de Frontera 807 “Fortín Mbororé”. La profesional fue una de las primeras docentes en llevar la alfabetización al lugar.
Cada 11 de septiembre se celebra en la Argentina el Día del Maestro, en conmemoración al fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. En este contexto, canal12misiones.com entrevistó a Estela Britez Obregón, directora de la Escuela Intercultural Bilingüe de Frontera 807 “Fortín Mbororé”, de Puerto Iguazú. Obregón fue una de las primeras docentes en desarrollar un plan piloto de alfabetización en la comuna.
Con tan solo 20 años y tras egresar de la carrera de Magisterio en Leandro N. Alem, el destino la llevó hasta Iguazú. Allí tenía una propuesta laboral para alfabetizar la aldea, lo que la entusiasmó desde el primer momento.
“Fue amor a primera vista”, recordó. Cosas que tiene la vida, y más aún para esta joven docente que dejó de creer en las casualidades a partir de esta oportunidad. Así comenzó a forjarse su futuro.

Estela venía de una familia paraguaya radicada en Argentina. Sus seis primeros años los vivió en su tierra natal y ese idioma que hablaba en casa le significó tener el requisito indispensable que le demandaba el trabajo: conocer el guaraní.
Un logro y nuevos sueños
Transcurrían los primeros meses de 1984 cuando la maestra -junto a su colega Ángela Sánchez– fueron las primeras en desarrollar lo que en principio fue un plan piloto de alfabetización, promovido por la comuna local. El primer desafío era ganarse la confianza de la comunidad. Era muy importante hablar el idioma para interactuar con su cultura y que ellos sepan que realmente iban a ayudar. Desde esos días, empezó a darle forma al anhelo de crear una escuela dentro de la aldea guaraní, emblema del municipio de Iguazú.
La inquieta y soñadora docente -tal como se autodefine- alcanzó el primer logro en el año 1986, cuando consiguió llevar a la comunidad el aula satélite de la Escuela 722. La humilde construcción de madera acunó a los alumnos que por primera vez iban a clases.

Cuando el edificio escolar para Mbororé era solo cuestión de tiempo, Estela se animó a otra aventura: llevar sus clases a la comunidad Iriapú, en las 600 hectáreas. Ni siquiera la medida de no innovar frenó a la maestra que fue por más, aún con muy poco. “No se podía aspirar a construir, entonces empezamos a dar clases colgando un pizarrón debajo de un árbol”, contó Estela al recordar esta anécdota de allá por el ‘93.
Sin embargo, lo lograron. En octubre de 2013, junto a las autoridades de aquel entonces, cortaron las cintas del nuevo edificio de la denominada Escuela Intercultural Bilingüe de Frontera 807, “Fortín Mbororé”.

El trabajo ya se venía haciendo, la estructura significaba tener un espacio y fue fortaleciéndose con el paso de los años. “Tenemos una escuela muy moderna y adaptada a estos tiempos. Estamos adheridos a cada programa educativo en cuanto a recursos y tecnología”, enfatizó al respecto.
El establecimiento cuenta con educación desde Nivel Inicial a Séptimo Grado y articula exitosamente con el BOP n°111. que también funciona en esta comunidad. “Los chicos egresan de acá y pasan a la secundaria con la que trabajamos mancomunadamente”, concluyó la docente.