El filme “Beetlejuice, Beetlejuice” de Tim Burton, encabeza la taquilla en Argentina y a nivel mundial, ya ha recaudado 264.3 millones ¿Pero vale la pena verla? En esta reseña te damos nuestro veredicto.
En Argentina, la secuela de Tim Burton, “Beetlejuice, Beetlejuice” , se mantuvo como la película más vista en Argentina, con 61.707 entradas vendidas entre el 12 y el 15 de septiembre. Mientras a nivel mundial hasta la fecha ya recaudo 264.3 millones. Sin dudas, todo un éxito para el irreverente bioexorcista que supera con creces lo recaudado por la original.
¿De que trata la secuela de este clásico de culto de fantasía oscura y comedia negra de 1988? De acuerdo a la sinopsis oficial, la historia ocurre después de una tragedia inesperada, tres generaciones de la familia Deetz vuelven a Winter River. Lydia (Winona Ryder), aún marcada por el pasado con Beetlejuice (Michael Keaton), ve cómo su vida cambia cuando su hija adolescente, Astrid (Jenna Ortega), encuentra en el desván la misteriosa maqueta de la ciudad y, sin querer, abre el portal al Más Allá. Con problemas en ambos mundos, solo es cuestión de tiempo antes de que el nombre de Beetlejuice sea pronunciado tres veces, para desatar obviamente el caos por doquier.
Beetlejuice, nuestro bioexorcista favorito
¿Quién no quiso decir alguna vez decir tres veces el nombre de este fantasmagórico personaje? ¡Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice! Muchos millenials habrán conocido a este simpático tipo del más allá en su forma más benevolente, pero no menos hilarante, de un dibujo animado homónimo con más o menos relación con la película. Aquí Lydia y Beetlejuice son amigos que pasan sus aventuras entre el Más Allá y el mundo mortal.
Grande fue la sorpresa de más de uno de estos niños de encontrarse con una historia diferente en la película original. Acá el bioexorcista seguía siendo un fantasma de más de 400 años de edad, irreverente, hilarante, con locos poderes para torcer la realidad pero más vulgar … ¡que se quería casar con una adolescente de 17 años e intentaba espantar a sus padres de una casa encantada en el proceso! Con una que otra escena al ritmo de “Banana Boat Song”, un canto tradicional jamaicano, y una Miss Argentina como burócrata en una sala de paso para los recién fallecidos en el Más Allá.
El maravilloso mundo de Tim Burton
También para muchos el largometraje original, junto a las primeras películas de live action de Batman de 1990 por supuesto, fue la puerta de entrada al maravilloso mundo cinematográfico de Tim Burton. Un estilo caracterizado por toques góticos y expresionistas, con psicodélicos espirales, protagonistas pálidos pero de buen corazón a donde la comedia sobresalía en los ambientes más oscuros. Si bien, lo mejor de su filmografía se concentra en la década de 1990 e inicios de los 2000, su trabajo posterior bajo un poco la calidad que lo representaba.
Por eso, muchos tenían miedo que esta secuela sea, como la mayoría que tienen el atrevimiento de hacer una secuela, muy mala. ¡Pero no! Hay Bitelchús -como le dicen nuestros hermanos españoles al personaje, e increíblemente no hay error de tipeo- pa´ rato.
Una secuela digna del original
De entrada la película con los típicos traveling burtonianos con la música de fondo Dany Elfman ya te capturan con ese estilo de títulos ochenteros. Mantiene el estilo irreverente de la original, esa mistura entre la fantasía oscura y el humor negro que lo hacen un combo muy entretenido como bizarro. Winona Ryder vuelve a lucirse como la Lydia gótica que conocemos pero con más canas. Jenna Ortega que interpreta a su hija también es una buena incorporación a la historia, que se integra a un reparto conocido y con caras nuevas.
Sobre los puntos negativos, tal vez Michael Keaton no luce tanto como el Beetlejuice de 1988 pero mantiene la magia. Hay muchas tramas y subtramas con varios personajes que se resuelven sin ton ni son, casi como gags, que hacen deslucir al guion.. pero eso sí, risas y escenas playback sobrenaturales no faltaron. Y si te encuentras con Bob, un simpático asistente con cabeza reducida, sin dudas queras llevarte uno para tu casa no importa que sea un fantasma.
Hay rumores de una tercera parte, solo espero que Tim Burton no espere 26 años para hacerla. Igualmente, si quieres algo de diversión en esta vida o en la otra -¿por qué no?- no dudes en llamar a nuestro bioexorcista favorito: ¡Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice!