La Biofábrica comenzó la cosecha de su plantación de cannabis medicinal, que incorporó nuevas tecnologías y bioinsumos para lograr más producción.
Este martes, el sector de desarrollo de cannabis medicinal que pertenece a la estructura de Biofábrica, comenzó la cosecha de una enorme producción. En esta oportunidad, se destacó un sistema de invernadero híbrido, que permitió conservar la protección de un cultivo bajo techo y a su vez, obtuvo las bondades que tiene una plantación en suelo.
Sobre esta experiencia, se manifestó la gerente de la Biofábrica Luciana Imbrogno. Además de subrayar los buenos resultados que se obtuvieron en volumen y calidad, indicó que forma parte de una constante en materia de innovación y tecnología. Gracias a la investigación, se obtienen nuevos resultados que permiten combinar sistemas de cultivo para superar la productividad que se obtiene en cada instancia.

Respecto de los invernaderos híbridos, sostuvo que “son estructuras nuevas en las que se invirtió para perfeccionar el cultivo de cannabis medicinal”. Sobre sus propiedades, agregó: “Tienen todo el control climático de la casa de cultivo pero se realizan en suelo, eso permite que la planta crezca mucho más y rinda mucho más”.
Cannabis: una cosecha con buenos resultados para la Biofábrica
En efecto, los resultados se comprueban por la cantidad de cogollos que se consiguen mediante este tipo de desarrollo. “Hoy estamos viendo la primera cosecha de estas estructuras, en invernadero pero en un suelo trabajado con bioinsumos”, sostuvo la gerente. Y señaló que “con un cuarto del cultivo nada más, rinde mucho más que los otros invernaderos”.
No obstante, se trata de una búsqueda continua que propicia nuevas implementaciones. El eje para estos avances tienen por objetivo identificar cuál es la mejor manera de producir, durante todo el año. “Necesitamos que (las plantas) no tengan enfermedades pero que tengan alto rendimiento”, especificó Imbrogno sobre el desafío al que se enfrentan.
Para ello, analizan todos los eslabones de la producción con el fin de seguir optimizando los recursos humanos y de infraestructura. El balance, de momento, es positivo: “hoy estamos muy contentos porque estamos en esta primera cosecha en este pedacito ya salieron 80 kilos”, sostuvo la ingeniera.
Una vez que se termine el período de cosecha, volverán a utilizar el mismo suelo para plantar otra partida de cannabis. “No va a ser todo el año la cosecha acá pero durante las estaciones que lo permitan nos va a permitir producir mucha más cantidad”, resaltó Imbrogno.
“Al ser estructuras cerradas invernaderos vos tenés un cogollo de calidad muy superior al cultivo a cielo abierto, o sea, como que tenés las bondades del campo del suelo, pero al estar cubierto también cuidas el cogollo de las adversidades climáticas del sol y de la lluvia”, explicó. En total, se trata de más de 2.200 plantas que ocupan un espacio de 1600 metros cuadrados.
Gracias a su cultivo de implementación mixta, se logra un tamaño de planta superior. Dentro de un mes, realizarán la cosecha de otro espacio que cuenta con las mismas condiciones. Asimismo, continúan realizando pruebas para mejorar el tamaño, el volúmen y las propiedades de cada partida de cogollos.