Mientras Biden busca mediación y soluciones diplomáticas, pero el futuro del Líbano y la Franja de Gaza penden de un hilo, con un clima de violencia que amenaza con prolongarse aún más.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comunicó este miércoles con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y le pidió que se minimicen los daños a civiles en la ofensiva israelí en Líbano. Según la Casa Blanca, Biden enfatizó la “urgente necesidad” de llegar a un acuerdo diplomático con el grupo islamista Hamás. La conversación, que tuvo lugar en un contexto de tensiones crecientes entre ambos líderes, se describió como “franca y directa”.
Además, La Casa Blanca publicó un comunicado tras la llamada, en la que se reiteró el “compromiso inquebrantable” de Biden con la seguridad de Israel y se condenó el ataque lanzado por Irán contra su territorio el 1 de octubre, aunque no se ofrecieron más detalles. Asimismo, el presidente reafirmó el derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos del grupo chií Hezbolá, pero subrayó que hay que minimizar el daño a civiles, especialmente en áreas densamente pobladas como Beirut.

No permitirán que “el Líbano se convierta en Gaza”,
No obstante, el primer mandatario de EE.UU. también abordó la “situación humanitaria” en la Franja de Gaza, donde, desde el inicio de la ofensiva israelí hace un año, más de 42.000 personas han muerto. Mientras tanto, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que no permitirán que “el Líbano se convierta en Gaza”, en respuesta a las declaraciones de Netanyahu. Justamente, el primer ministro israelí advirtió sobre una prolongada guerra que podría llevar al pueblo libanés a un sufrimiento similar al de Gaza.
Netanyahu, por su parte, llamó al pueblo libanés a liberar a su país de Hezbolá para evitar una “larga guerra”. En un discurso en video, instó a los libaneses a tomar acción antes de que su nación sufra más daños. “Liberen a su país de Hezbolá para que esta guerra pueda terminar”, afirmó. Esta exhortación se produce en un momento crítico, ya que Israel intensificó su invasión terrestre en el suroeste de Líbano con el despliegue de más de 15.000 soldados en la región.
Justamente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo operaciones militares contra Hizbulá, en la que se reportó la muerte de varios líderes del grupo. Sin embargo, la situación en el terreno es compleja; aunque las FDI anunciaron la muerte del sucesor de Hassan Nasrallah, exlíder de Hizbulá, el ejército israelí no pudo confirmar esta información. Mientras tanto, el grupo chií ha continuado el lanzamiento de cohetes hacia ciudades israelíes.
El impacto humanitario en territorio líbanes
Según el gobierno libanés, 1,2 millones de personas han sido desplazadas en el último año, y la situación en los campos de refugiados es desesperante. Las condiciones para la producción de alimentos también son preocupantes, con miles de hectáreas de tierras agrícolas destruidas. A pesar de la intensa presión militar, Hezbolá ha mantenido su resistencia, con líderes del grupo que afirmaron que su comando y control se mantienen intactos.

Al respecto, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó apoyo a las operaciones militares israelíes en Líbano, y desestimó la propuesta de tregua de 21 días presentada con Francia. “La situación sobre el terreno ha cambiado”, afirmó Miller, y destacó el derecho de Israel a realizar incursiones limitadas para debilitar a Hezbolá. Sin embargo, contradicciones emergen dentro de la administración estadounidense, ya que la coordinadora especial de la ONU para Líbano ha sostenido que la propuesta de tregua sigue siendo válida.
Igualmente, en medio de estas tensiones, el liderazgo de Hezbolá ha mostrado señales de resistencia. Naim Qassem, exnúmero dos de Nasrallah, reafirmó que el grupo superará los recientes ataques israelíes. A pesar de las dificultades, también se expresó un interés por un alto el fuego. Aunque no se aclaró si esto implica un cambio en la postura del grupo respecto al conflicto en Gaza.
Con información de EFE.