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Written by 8:58 pm Política, Sin categoría

La lucha interna quiebra a la UCR en Diputados ¿peligra el Presupuesto 2025?

Un grupo de diputados de la UCR buscan dividir las aguas en el bloque de la Cámara Baja, con motivo de la alianza de cinco de ellos con Javier Milei.

El quiebre en la UCR avanza tras la decisión de cinco diputados de apoyar los vetos de Javier Milei al aumento jubilatorio y a la ley universitaria. Este martes, el bloque de la Cámara baja se reunirá en un encuentro interno que podría marcar la división en dos de la fuerza liderada por Rodrigo de Loredo.

Esta situación tiene el potencial de reconfigurar el escenario político, dado que el radicalismo mantiene un diálogo abierto con el Gobierno para negociar su apoyo al Presupuesto 2025. Si los libertarios necesitan el respaldo de gran parte de la oposición para avanzar en el proyecto de déficit cero del Presidente, surge la pregunta: ¿cuántos votos están en juego?

La UCR, en contra de los “diputados con peluca”

La división dentro de la UCR no se debe únicamente a la salida de los cinco “radicales peluca”, sino a la intención de un grupo de alrededor de diez correligionarios que no quieren que quienes lidera Mariano Campero permanezcan en sus filas. Estos los acusan de ser “topos” del oficialismo. La lógica que respalda su movimiento reza: “Como los traidores no se van, nos vamos nosotros”. Las tribus que responden a Martín Lousteau y Facundo Manes respaldan esta postura.

El encuentro de este martes se centrará en la habitual reunión semanal del bloque en el segundo piso del Congreso. Allí se espera que se evidencie quiénes son los radicales dispuestos a formar un bloque propio, separado del de Loredo. Sin embargo, la creación de este nuevo espacio no será un proceso automático. Una fuente parlamentaria confió: “No vamos a ir a la reunión porque van los ‘pelucas’. Se rompe, pero no se presenta en el acto el bloque nuevo”.

Actualmente, la UCR cuenta con 33 bancas, de las cuales cinco ya se inclinan hacia el apoyo al Gobierno. Junto a Campero, otros diputados como Martín Arjol, Federico Tournier, Luis Picat y Pablo Cervi han decidido acompañar al oficialismo. Cervi, en particular, se encuentra en una posición ambigua, ya que se abstuvo en la votación del veto presidencial contra la Ley de Financiamiento Universitario.

Manes y Lousteau, referentes de la oposición radical

En el lado opuesto, Manes y los seguidores de Lousteau, presidente del partido a nivel nacional, planean separarse del bloque. Debido a la falta de fuerza para expulsar a los pro-oficialismo, optarán por formar un nuevo espacio. Esta no es la primera vez que la UCR atraviesa una división, pues durante la gestión del Frente de Todos, Lousteau creó Evolución. En la nueva facción se sumarían aquellos cercanos a Manes y Lousteau, incluyendo nombres como Pablo Juliano, Fernando Carbajal, y Carla Carrizo, entre otros.

El quiebre se iba a concretar la semana pasada, pero algunos radicales intermedios lograron postergar la disolución. A Campero y su grupo les solicitaron que no asistieran, y De Loredo convocó a una votación que resultó en una mayoría en contra de la expulsión de los “peluca”. Según una figura clave del bloque, “la mayoría de los presentes se pronunció en contra de la expulsión. Aquellos que deseen irse pueden hacerlo formando un interbloque, pero quienes permanezcan deben acatar el reglamento del bloque”.

Este martes, la situación podría ser diferente, ya que Campero estará en Buenos Aires, mientras que sus detractores podrían no asistir. Algunos miembros del bloque aún buscan una solución acordada, manifestando la necesidad de establecer una regla clara y razonable que mantenga la unidad.

Si finalmente se concreta la salida de Manes y Lousteau, De Loredo perdería al menos diez bancas, lo que debilitaría su posición en las negociaciones con el Gobierno. Desde octubre, la UCR ha mantenido encuentros bilaterales con La Libertad Avanza, buscando construir puentes con figuras del oficialismo.

Lo que el radicalismo le reclama al gobierno nacional

En este contexto, el radicalismo intenta gestionar las demandas universitarias, enfrentando una fuerte presión debido a la presencia de la Franja Morada y la trayectoria radical de muchos rectores. La UCR propone ajustes en las partidas de educación y la eliminación de gastos tributarios, mientras muestra disposición para negociar con el oficialismo. 

El partido ya ha expresado sus desacuerdos sobre el Presupuesto 2025, sin embargo, aún no ha planteado un reclamo contundente por el aumento de fondos para las universidades. Aunque el Consejo Interuniversitario Nacional estima una necesidad de $7,2 billones para 2025, el proyecto de Milei solo asigna $3,8 billones.

Entre los desacuerdos, la UCR ha manifestado preocupación por varios artículos del proyecto, destacando aquellos que afectan la movilidad jubilatoria. Este punto ha generado un cisma en el bloque, ya que algunos radicales apoyan al Gobierno, lo que ha llevado a una división de facto dentro de la UCR.

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