Un informe reciente de Deloitte revela que en todo el mundo el 90% de las empresas enfrentó ciberataques en 2024. En promedio, cada organización registró 1.876 brechas de seguridad por semana, lo que implica un aumento de un 75% más que en 2023. Según la compañía de estadísticas , solo dos de cada diez empresas cuentan con medidas suficientes para responder a estos incidentes.
La escalada de los ataques ha sido impulsada por el uso de tecnologías más sofisticadas, como la inteligencia artificial. Expertos estiman que el costo de la ciberdelincuencia alcanzará los 10,5 billones de dólares anuales para 2025, lo que resalta la necesidad de estrategias más robustas en ciberseguridad.
Amenazas clave y desafíos en prevención
Phishing y ransomware se mantienen como las principales amenazas en el ámbito empresarial. Según Fortinet, estos ataques suelen originarse en errores humanos, como abrir enlaces maliciosos o descargar aplicaciones inseguras, permitiendo el acceso de malware a sistemas sensibles.
La falta de una cultura preventiva agrava la situación. Sergio Oroña, CEO de Sparkfound, destacó la importancia de estrategias proactivas: “Es crucial priorizar la protección de activos digitales mediante políticas claras y programas de seguridad integral”. Además, subrayó que simulacros de phishing y educación sobre ciberseguridad podrían mitigar el impacto de los ataques.

Ciberataques en 2024: la brecha de talento
A pesar del incremento esperado del 32% en la fuerza laboral del sector entre 2024 y 2032, la ciberseguridad enfrenta una falta crítica de profesionales. Actualmente, la brecha global alcanza los 4 millones de especialistas, lo que complica la capacidad de respuesta ante la creciente ola de ataques.
Las empresas deben invertir no solo en tecnología, sino también en la formación de personal calificado para manejar riesgos cibernéticos. Este desafío requiere la colaboración de sectores públicos y privados para cerrar la brecha de habilidades y garantizar una mayor protección.