Muchas empresas y organismos internacionales están ya preparándose y adoptando herramientas para evaluar el impacto que los diferentes sistemas de inteligencia artificial. En este marco entra HUDERIA, un punto de apoyo para evaluar los derechos humanos y la democracia, a la par que minimiza los riesgos de las nuevas realidades tecnológicas.
Y entre los pioneros en lanzar una de esas herramientas figura el Consejo de Europa, la organización supranacional que agrupa a 46 estados -entre ellos los 27 de la Unión Europea- que ha puesto en marcha y a disposición de empresas y de instituciones y administraciones públicas su propia herramienta para evaluar esos riesgos, para mitigarlos e incluso para eliminarlos.

La herramienta ha sido bautizada como “HUDERIA” (acrónimo que combina las siglas en inglés de las palabras Derechos Humanos; Democracia; Estado de Derecho; y Evaluación de Impacto) y los promotores de la iniciativa han valorado que va a permitir evaluar los riesgos de la inteligencia artificial para garantizar que su uso sea eficiente, ético, seguro y confiable.
El español Mario Hernández es profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid y preside el Comité de Inteligencia Artificial del Consejo de Europa, el organismo que ha lanzado el Convenio Marco sobre Inteligencia Artificial. Este es el primer tratado internacional jurídicamente vinculante en este ámbito y firmado por numerosos países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europa o el Reino Unido.
HUDERIA, entre regulación y desarrollo
En declaraciones, Mario Hernández aseguró que van a ser necesarias legislaciones muy específicas que atiendan todos los retos, riesgos y problemas que pueda suscitar la nueva realidad tecnológica, pero ha descartado la “falsa dicotomía” que a su juicio existe sobre si establecer una regulación muy rigurosa y completa puede suponer un freno para su desarrollo.
El Convenio impulsado por el Consejo pretende garantizar que los sistemas de inteligencia artificial sean “plenamente compatibles” con los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho, apuntó Mario Hernández, y aseguró que la herramienta “Huderia” va a permitir identificar contextos y aplicaciones en los que el despliegue de esos sistemas podría plantear riesgos.
El responsable del Consejo observó que varios organismos internacionales tienen ya sus propias herramientas y metodologías, pero destacó el valor añadido de la desarrollada por el Consejo de Europa porque combina aspectos técnicos de la IA, contextos sociales, políticos y culturales, y todo el acervo jurídico de este organismo supranacional en materia de derechos humanos, democracia y estado de derecho.
“Cuanto más impacto tenga un sistema de inteligencia artificial en los derechos de las personas, más altos y estrictos deben ser los estándares y las obligaciones que deben cumplir los desarrolladores“, manifestó Mario Hernández, e informó de que el Consejo de Europa trabaja ya con el Alan Turing Institute -el instituto nacional del Reino Unido para la ciencia de datos y la inteligencia artificial- para su implementación.