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Venezuela en vilo: represión y detenciones marcan la previa a la asunción de Maduro

“Si necesitas una palabra para describir a Venezuela en estos días, sería aterradora”. Eso es lo que un diplomático latinoamericano dijo esta semana, con la intención de reflexionar sobre la extraña atmósfera en el país.

Los venezolanos viven una ola de represión mientras el líder Nicolás Maduro se alista para asumir la Presidencia por tercera vez, este viernes. Esto sella un resultado electoral que los políticos de oposición y el Gobierno de EE.UU. dicen que se robó.

En los últimos días, el Gobierno desplegó una demostración de fuerza antes de la investidura, aumentando el número de policías y oficiales de seguridad en las calles y deteniendo a decenas de personas en todo el país, incluido un excandidato presidencial, según defensores de los derechos humanos. El clima de miedo es palpable en las redes sociales. La cuenta de Instagram de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela publicó recientemente un video de una mano que golpeaba una puerta en medio de la noche, un mensaje sugestivo de los tipos de represalias que podrían encontrar los críticos.

Maduro y sus aliados “demuestran que no van a tolerar ninguna disidencia y la gente tiene miedo”, dijo el diplomático, que pidió hablar de forma anónima para evitar posibles repercusiones.

Venezuela: la oposición toma medidas contra Maduro

La reelección de Maduro no podría ser más controvertida. El 28 de julio, se proclamó ganador de las elecciones presidenciales por las autoridades electorales, bajo el estricto control del Partido Socialista Unido de Venezuela en el poder.

Pero la oposición de Venezuela publicó miles de actas de votación que afirmaron que su candidato, Edmundo González Urrutia, había ganado realmente la votación con un 67% frente al 30% de Maduro. Observadores independientes como el Centro Carter y la Misión de Observación Electoral de Colombia, así como el propio análisis de CNN, encontraron que las actas de la oposición eran legítimas, pero poco cambió en Venezuela.

Cuando estallaron las protestas por la votación, el Gobierno de Maduro detuvo a más de 2.000 personas en menos de una semana para aplastar a la disidencia.

González ahora está en una gira internacional a países simpatizantes, como Estados Unidos, cuyo Gobierno reconoce formalmente a González como presidente electo de Venezuela, para reunir apoyo para lo que él argumenta es su legítima Presidencia.

Los manifestantes chocan con la Policía cerca de un vehículo policial blindado durante una protesta contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Caracas, el 29 de julio de 2024, un día después de las elecciones presidenciales. 
Federico Parra/AFP/Getty Images/.

Probablemente a costa de un gran riesgo personal, González también se compromete a interrumpir la fiesta de reelección de Maduro volviendo a Caracas, donde ahora es acusado de terrorismo, con una recompensa de US$ 100.000 por su cabeza, antes de la investidura del viernes. Varios líderes latinoamericanos, incluidos nueve exjefes de Estado de la región, se comprometieron a acompañarlo a Caracas, a lo que el Gobierno de Maduro respondió prohibiendo la entrada del grupo al país.

Maduro sigue en control del Ejército de Venezuela

Cómo exactamente González pretende hacerlo es un misterio: Maduro sigue firmemente en control del Ejército del país y las medidas de seguridad se endurecieron mientras el Gobierno afirma estar bajo constantes amenazas de insurgencias y complots extranjeros.

El martes, Maduro desplegó al Ejército de Venezuela en las calles para “garantizar la victoria de la paz”. También anunció que siete mercenarios extranjeros, incluidos dos ciudadanos estadounidenses y tres ucranianos, fueron detenidos por terrorismo en el país, sin mostrar ninguna prueba pero prometiendo que el grupo pronto confesará su presunto crimen. “Está realmente tenso”, dice Gerardo, un guía turístico que a menudo viaja fuera de Caracas y que cree que el número de controles y chequeos aumentó en los últimos días.

“No es normal tener contrainteligencia militar y no solo a la Policía, a cargo de los controles en la carretera al aeropuerto… Conduces y de repente eres detenido por hombres con pasamontañas con un AK-47 pidiéndote que muestres tu identificación”, dijo, pidiendo usar solo su primer nombre debido a cuestiones de seguridad.

Arrestos y ‘decapitación política’

En rápida sucesión, el martes en Venezuela también se reportó la detención del yerno de González, Rafael Tudares; Carlos Correa, un activista de derechos humanos y director de la ONG Espacio Público; y Enrique Márquez, quien también se postuló para presidente contra Maduro en julio, según sus familias.

Este tipo de detenciones tiene una clara estrategia: “decapitación política”, según Gonzalo Himiob. Es director de Foro Penal, una ONG venezolana que brinda asistencia legal a prisioneros políticos.

“Significa encerrar a un líder en la cárcel para asustar a todo el movimiento, político o de derechos humanos”, dijo Himiob.

“Correa es un veterano del activismo de derechos humanos en Venezuela. Es un referente para todo el movimiento de derechos humanos. Su detención reportada y desaparición forzada son muy serias. Anticipa la respuesta represiva que el Gobierno monta antes de la investidura del viernes”, dijo Laura Dib. Es la directora del Programa para Venezuela de la Oficina en Washington para América Latina, un centro de investigaciones.

Mientras tanto, Maduro aumentó sus apariciones públicas en Venezuela. Mantiene que el show de fuerza es necesario para evitar que su país caiga en el caos y las conspiraciones. Aaunque el Gobierno venezolano hasta ahora no presentó pruebas de ningún complot desestabilizador.

Un caso de alto perfil en las últimas semanas involucra a Nahuel Gallo, un gendarme argentino detenido en Venezuela a finales del año pasado. Caracas lo acusa de conspirar por presuntamente asesinar a la diputada de Maduro, Delcy Rodríguez. Mientras tanto, en Buenos Aires dice que Gallo simplemente visitaba a la familia de su pareja durante las fiestas decembrinas.

Al menos 125 personas de 25 nacionalidades fueron detenidas

En los últimos seis meses, al menos 125 personas de 25 nacionalidades diferentes fueron detenidas por cargos similares, según el ministro de Interior, Diosdado Cabello. El primer posible enfrentamiento importante entre el Gobierno y sus críticos podría ocurrir el jueves. Es en el marco de que la aliada de González en el país, María Corina Machado, prometió. liderar manifestaciones masivas.

Sus seguidores son muy conscientes de los riesgos. “Uno intenta no ser paranoico, pero vas a las calles y ves tantos policías. Es difícil mantenerse tranquilo”, dijo un líder de la oposición en el estado central de Aragua. Pidió hablar de manera anónima por miedo a represalias.

“Personalmente, no decidí si saldré el jueves o no, necesitamos ver qué pasa”, dijo.

En un mensaje en video el martes, Machado instó a sus seguidores a tener valor y a recibir con los brazos abiertos a los desertores. Muchos funcionarios de seguridad en uniforme están realmente listos para dar la espalda a Maduro, también dijo. No es imposible, según otro diplomático en Caracas. Dijo que las acciones del Gobierno podrían bien señalar que también teme la disidencia en sus filas uniformadas.

“El hecho de que el Gobierno envíe otros cuerpos de seguridad para integrar a los que ya están en las calles indica que también desconfían dentro de sus propias filas”, dijo el diplomático.

“Pueden hacerlo de nuevo”

Para muchos, esta nueva ola de músculo gubernamental tiene un aire de déjà-vu. Es porque el país pasó por un ciclo similar de expectativas y represión en el verano después de la votación presidencial.

El hijo adolescente de Nathaly fue detenido el 2 de agost. Fue parte de una amplia represión de seguridad a las protestas posteriores a la votación. La reclusión duró hasta el 20 de diciembre cuando el Gobierno liberó a cientos de prisioneros políticos en un gesto de indulgencia antes de Navidad.

La líder de la oposición María Corina Machado durante una protesta contra el resultado de las elecciones presidenciales de Maduro del 30 de julio de 2024 en Caracas, Venezuela. © Alfredo Lasry R/Getty Images.

Cuando ella finalmente lo vio salir de la cárcel, “fue como si mi alma volviera a mi cuerpo. Con cada paso que caminamos, me sentía más ligera”, recuerda Nathaly.

Sin embargo, esta semana, comenzó a sentir nerviosismo acerca de que pueda ser detenido nuevamente. Ella pidió utilizar un seudónimo con CNN. Asegura que se debe a que no se le permite hablar con la prensa como parte de las condiciones de la liberación de su hijo.

“Él no hizo nada malo, solo estaba caminando por las calles… Cuando salió, había perdido 19 kilos y desde ese momento nunca lo perdí de vista… Estoy aterrorizada, si lo hicieron una vez, pueden hacerlo de nuevo…”, dijo. “Cada madre en Venezuela tiene el mismo miedo: no nos quiten a nuestros hijos,” aseguró.

Fuente: CNN.

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