La Justicia boliviana ordenó la detención del expresidente Evo Morales, declarado en rebeldía tras no presentarse a una audiencia en una investigación sobre presunta trata de personas. La medida intensifica las tensiones en el Movimiento Al Socialismo (MAS), partido gobernante que enfrenta una disputa interna entre Morales y el actual presidente, Luis Arce.
Morales fue citado inicialmente el 14 de enero para comparecer ante la Justicia. Su defensa presentó un certificado médico que justificaba su ausencia por bronconeumonía y problemas cardíacos. Posteriormente, el juez Nelson Rocabado le otorgó un plazo hasta el 19 de enero para entregar documentación médica del Instituto de Investigaciones Forenses. Sin embargo, la falta de pruebas y su segunda inasistencia llevaron al juez a declararlo en rebeldía, congelar sus cuentas financieras y emitir una orden de detención. Además, se ordenó impedir que el exmandatario salga del país.
Simpatizantes impiden la captura de Evo
En Lauca Eñe, localidad donde reside Morales, simpatizantes del líder político mantienen una vigilia permanente para evitar su captura. Aproximadamente 2.000 personas se organizan en turnos para formar anillos de seguridad alrededor de la vivienda. Pese a conocer el paradero de Morales, el gobierno de Arce no ha desplegado un operativo de fuerzas de seguridad en la zona.

El abogado y exministro Jorge Pérez calificó la orden de aprehensión como ilegal y aseguró que Morales no fue notificado adecuadamente. “Que nos muestren que llegaron los asistentes del Ministerio Público a su domicilio, eso no existe”, declaró. Además, reiteró la inocencia de su cliente y denunció persecución política.
La investigación contra el expresidente
La investigación contra Morales se centra en supuestos delitos de trata de personas y estupro. Las acusaciones apuntan a que, en 2016, Morales tuvo un hijo con una menor de 15 años. La partida de nacimiento del niño, registrada en Yacuiba, es considerada la principal evidencia. Además, se alega que los padres de la joven habrían lucrado al entregarla al exmandatario a cambio de favores. En este contexto, el padre de la víctima permanece en prisión preventiva, mientras que la madre también fue declarada en rebeldía tras faltar a una audiencia.
Morales, por su parte, acusa al presidente Arce de un supuesto plan para proscribirlo políticamente de cara a las elecciones de 2025. “Es un plan negro para eliminarme política y físicamente para sacarme de la carrera electoral”, declaró el exmandatario. Todo ello, sin abordar específicamente la imputación formal o la orden de detención en su contra.
Con información de Ámbito Financiero.