
El pop también tiene una segunda vida. Miranda lo confirmó y lo volvió un espectáculo. El binomio porteño demostró que no solo es una banda. Es una puesta en escena, una experiencia para quienes los consumen y un fenómeno para la cultura musical argentina que, con los años, se resignifica. La presencia del icónico dúo pop en la ciudad capitalina evidenció como el género se reinventó sin perder su esencia.
Con más de dos décadas de trayectoria, el grupo integrado por Ale Sergi y Juliana Gattas supo atravesar generaciones y estilos, adaptándose al presente sin dejar de lado su identidad. A inicios del 2000, cuando salieron a la luz con hits como Don o Yo te diré, Miranda! era sinónimo de glamour kitsch. En una escena en la que el rock y la cumbia villera atraían a la masa, su “rara” propuesta parecía captar la atención de aquellos que buscaban sentirse representados en otro género.

Hoy, a más de 20 años de su comienzo, Miranda continúa apostando a sus raíces con ciertos condimentos extras como el enfoque visual de sus shows. Así también, las reversiones realizadas con artistas como Lali, Ciro Martínez, Andrés Calamaro, Ca7riel o Emilia Mernes dan lugar a un nueva generación sin perder complicidad con sus fanáticos de antaño.
Esa reinvención quedó clara en la noche del viernes, en el Polideportivo Santa María de Posadas, donde fanáticos homenajearon esa trayectoria con looks inspirados en la estética Miranda! Además de corear cada uno de los temas.


El reloj marcaba las 21:30 horas y los aclames a la banda ya se oían en todo el predio. Remeras rosas, pantalones plateados, boas de plumas, bandanas y mucho brillo formaban parte de cada outfit para ver al dúo pop protagonista de la velada. Minutos antes de las 22:00, el Hotel Miranda abrió sus puertas y la ovación se sintió en todo el lugar.
Con un look galáctico color plata, gafas oscuras y una escena repleta de extraterrestres, Miranda! tuvo el universo a sus pies desde el primer tema: Ya lo sabía. Las gradas, llenas de gente, se habían convertido en olas de baile al son de las voces de Ale Sergi y Juliana Gattas. Mientras, en el campo, personas se agolpaban contra las vallas para registrar la fiesta desde cerca.
“Vamos Posadas. ¡Arriba!”, expresó el cantante y sonaron los primeros acordes de Lo que siento por ti. Esta vez, las miradas no solo estaban puestas en el dúo pop sino también, en sus bailarinas de cabellos color rojo, vestidos celestes y delantales que combinaban con el atuendo de los músicos.
Accesorios, cambios de look y coreografías. La noche parecía tener todo pero aún faltaba abrir las puertas del hotel a los invitados. En una pantalla gigante, ubicada detrás de los artistas, se hacían presentes cada uno de los músicos que formaron parte del álbum ganador del oro en los premios Gardel. El ambiente sombrío, con las luces apagadas y dos linternas encendidas de la mano de los cantantes, era propicio para cantar Dos junto al primer invitado: Dillom.
Con Lali pronunciando las primeras frases de Yo te diré, en la pantalla principal, las luces de los celulares volvieron a encenderse para captar el momento. Quizás, una de las invitadas más esperadas del lujoso hotel.
Tras casi dos horas de show, los Miranda! pusieron a tono a sus fanáticos con papeles plateados cayendo sobre ellos. La ovación explotó y sonó Don, la canción que marcaría el fin. Luego del agradecimiento, los músicos se despidieron pero, ante una espera algo prolongada del público, volvieron a salir a escena para entonar Romix. En esta oportunidad, Ale Sergi dedicó la melodía a los presentes pero, en especial, “para los fanáticos que nos siguen desde siempre, desde el inicio”.
Para cerrar, el cantante expresó a las cientos de personas que se encontraban en el lugar, su alegría de regresar a la provincia. “Cuando nos vamos siempre queremos volver”, dijo y se despidieron de sus fans hasta una próxima vez mostrando, una vez más, que el pop sigue tan vigente como siempre y la música eterna nunca pierde su magia.
(*) Periodista y Profesora de Filosofía