Este domingo, la Jefatura de la Policía de Misiones confirmó el fallecimiento de Amalia Glinka. Se trata de la primera mujer policía de la provincia. Es recordada por cumplir varias funciones en la fuerza y su amable espíritu de camaradería.
Isabel ingresó en el año 1.951, a los 18 años, como agente de la entonces Policía de Territorio. Cumplió muchas funciones y siendo destinada a diversas dependencias de la Jefatura. Su carácter y personalidad firme le valieron el apodo de “La Jefa”, y siempre fue querida por su espíritu de camaradería.
Trabajó incansablemente hasta el año 1976, cuando se retiró con la jerarquía de Cabo 1ro. Por ello, su legado perdurará en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerla y trabajar a su lado. Isabel no solo rompió barreras en una institución históricamente integrada por hombres, sino que también se convirtió en un símbolo de equidad y defensa de los derechos de las mujeres.
Desde la fuerza de seguridad provincial, agradecemos su compromiso con la seguridad y el bienestar del pueblo misionero. Su memoria vivirá por siempre en la historia de nuestra institución.
Glinka: “La Policía es el gran amor de mi vida”
A comienzos de la década del 50´, el entonces gobernador de Misiones Eduardo Reguero creó el primer cuadro femenino policial en una institución que estaba conformada únicamente por hombres. El proyecto avanzó rápidamente y eso posibilitó que en 1951, la novel Glinka cumpliera su sueño de ingresar a la Policía que por aquel entonces todavía formaba parte del territorio nacional.
Glinka prestó en principio servicios administrativos en la Subsecretaría de Gobierno hasta que una situación, contada por ella como nadie, la puso en su nuevo destino: la Jefatura de Policía.
“Fui la primera mujer que pisó la Jefatura” expresó con firmeza Isabel en una charla amena con Canal 12.
A partir de ahí, aseguró que siempre transitó su carrera siempre bajo estos valores: “tuve siempre respeto por mis superiores y fui muy leal a mi función. Cumplía la tarea y me iba a mi casa”, añadió.
Ante la pregunta qué significa esta institución en su vida, Glinka sostuvo “para mi es todo, es el amor de mi vida. Hasta ahora yo la amo y la sigo de cerca”.
Histórico nombramiento
Está escrita en la historia policial el gran acontecimiento del año 1961 cuando por primera vez, cuando Isabel Glinka fue nombrada como agente de seguridad.
Sus compañeros la apodaban “Polaca” y siempre gozó del respeto de todos con los que compartió horas de guardia en comisarías y en distintos departamentos de la Jefatura.
Su trayectoria continuó hasta mediados de 1977 cuando pasó a retiro con el grado de Cabo Primero.
