Hugo Moyano aceptó la pauta salarial sugerida por el Gobierno de Javier Milei, en un gesto que se interpretó como pragmático. Camioneros firmó una paritaria con aumentos del 1,2% en marzo, 1% en abril y 1% en mayo. Además, se acordó una suma no remunerativa de $13.240 en marzo, que se incorporará al salario el mes siguiente.
La Secretaría de Trabajo fue el escenario del acuerdo. Participaron Moyano, autoridades del organismo dirigido por Julio Cordero y representantes de FAETYL, FADEEAC y CATAC. Desde el Gobierno, el ministro de Economía, Luis Caputo, fijó el 1% como tope salarial para evitar que los sueldos impacten en la inflación. Esta decisión generó tensiones dentro del oficialismo y con algunos gremios.
Qué incluye la pauta salarial que aceptó Hugo Moyano
El acuerdo incluyó el mantenimiento del aporte empresarial de $17.000 por trabajador a la obra social de Camioneros. También se estableció una cláusula de revisión en junio, cuando se discutirá una nueva negociación salarial. La suma no remunerativa de 1,9% adicional buscó compensar desajustes del trimestre anterior.
Este acuerdo se diferenció del paro general que la CGT convocó para el 10 de abril. Uno de los principales reclamos de la protesta es el control gubernamental sobre las paritarias. Moyano sorprendió al validar un aumento que no refleja la inflación registrada por el Indec, que alcanzó el 2,4% en febrero.
Octavio Argüello, dirigente de Camioneros e integrante de la CGT, cuestionó la postura del Gobierno. “El Gobierno pausó la discusión de paritarias libres. Si quiere hacer aumentos por decreto, que lo diga claramente. Restringe los aumentos salariales por debajo de la inflación”, afirmó. Pablo Moyano, número dos del sindicato e hijo del líder camionero, también criticó la medida. “Obligar a los gremios a firmar 1% o medio punto de paritaria es una locura. Viven en otra realidad”, sostuvo.
Diferencias expuestas en la interna
Las diferencias dentro de Camioneros quedaron expuestas. Pablo Moyano mantiene una relación tensa con su padre y redujo su presencia en la sede sindical. También lanzó críticas contra la CGT. “La política del Gobierno es tan agresiva que no tendría que haber habido tres paros, sino diez”, declaró.
Desde la izquierda también cuestionaron el acuerdo. Gabriel Solano ironizó: “Moyano se puso la peluca”. El pacto generó reacciones en distintos sectores y dejó interrogantes sobre la estrategia sindical ante el control gubernamental de las negociaciones salariales.