Santiago Giorello, el dueño de la casa en la que vivía Diego Maradona antes de morir, declaró ante la Justicia en el marco del juicio por la muerte de Diego Maradona. Tanto Vanesa Morla como un representante de la inmobiliaria le aseguraron que habría una ambulancia permanente en la puerta de la casa. “Nunca la vi”, aseguró.
“Se nos manifestó que él iba a tener asistencia médica permanente y que iba a haber una ambulancia. No me dijeron dónde iba a estar la ambulancia. Cuando fui ese jueves, no la vi por ningún lado“, afirmó Giorello, subrayando la falta de cuidados médicos en la casa del barrio San Andrés, en Tigre.
Su testimonio cobra relevancia en el marco de la causa donde siete profesionales de la salud están acusados de homicidio simple con dolo eventual.
El alquiler de la vivienda se concretó a través de una inmobiliaria y el contrato fue firmado por Jana Maradona, la menor de las hijas del exjugador. La casa había sido elegida por el propio Maradona junto a su hija Gianinna, tras recibir el alta de la Clínica Olivos, donde fue operado por un hematoma subdural.
Giorello también recordó que “el día de la entrega vinieron Vanesa Morla y Jana Maradona. Cuando se fueron llegó un flete que traía pertenencias de Diego. Había una cama king size, un sillón, masajeadores, frigobares. Me llamó la atención que hubiera tantas cosas“.
Condiciones “deplorables” en la casa donde murió Diego Maradona
Giorello, de profesión abogado, dijo que coordinó el alquiler de su inmueble y que se elaboró un comunicado para difundir entre los vecinos del barrio privado San Andrés.
En el documento se manifestó que iba haber una “ambulancia permanente” en el frente de la casa. Y que los custodios no podían circularon dentro del perímetro, entre otras medidas.
“Una vez del fallecimiento, las condiciones de la casa eran deplorables”, dijo el dueño de la propiedad.
