Un temporal de proporciones brutales azotó la región de la Triple Frontera en la noche del jueves, dejando un escenario de devastación en Ciudad del Este (Paraguay) y Foz de Iguazú (Brasil). El fenómeno climático, que se desató alrededor de las 21:30 horas, se caracterizó por intensas ráfagas de viento y una posterior granizada de gran tamaño en la ciudad brasileña, provocando daños significativos tanto en áreas urbanas como suburbanas.
La furia del temporal se manifestó con la caída de árboles y postes de luz, techos arrancados de viviendas, vehículos dañados y cortes generalizados de energía eléctrica, sumiendo en la oscuridad a miles de habitantes de ambas ciudades.

Los daños del temporal en Ciudad del Este
En el lado paraguayo, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) reportó la salida de servicio de medio centenar de alimentadores, afectando no solo a Ciudad del Este, sino también a localidades vecinas como Presidente Franco, Minga Guazú y Hernandarias, e incluso extendiéndose a zonas del departamento de Canindeyú.
Ciudad del Este sufrió la caída de numerosos árboles, que bloquearon calles y dificultaron el tránsito. Las cuadrillas de emergencia trabajaron incansablemente durante la noche para despejar caminos y restablecer los servicios básicos. En Hernandarias, el paseo central fue uno de los puntos más afectados, con árboles y postes de luz colapsados.

El efecto del temporal en Foz de Iguazú
En Foz de Iguazú, la tormenta alcanzó una intensidad aún mayor, con una granizada que sorprendió a los residentes y causó estragos en toda la ciudad. “Fue como una lluvia de piedras. En minutos, ventanas se rompieron, techos se destruyeron y autos quedaron aplastados”, relató un vecino del barrio Jardim América.
Las autoridades locales describieron la situación en Foz de Iguazú como “crítica”. La caída de cables eléctricos, postes arrancados, árboles caídos y techos destruidos generaron una emergencia generalizada, con varios barrios sumidos en la oscuridad durante horas.
La Defensa Civil brasileña realizó recorridos nocturnos para evaluar los daños y asistir a las familias afectadas. Los barrios de Vila Yolanda, Jardim Central, Morumbi y Porto Meira fueron los más perjudicados, con daños materiales y heridos leves reportados.
El sector comercial también sufrió pérdidas significativas, con vidrieras rotas, carteles arrancados y mercadería dañada por el agua. Comerciantes del centro de Ciudad del Este describieron la tormenta como una “pesadilla” debido a la rapidez y fuerza de las ráfagas de viento.

El efecto del cambio climático
Las autoridades de ambos países coincidieron en señalar la creciente frecuencia e intensidad de estos fenómenos extremos, posiblemente relacionados con el cambio climático. Se anunció el refuerzo de los protocolos de prevención y respuesta ante tormentas severas, y se instó a la población a tomar precauciones durante las alertas meteorológicas.
A pesar de la magnitud de los daños materiales, no se reportaron víctimas fatales, lo cual fue considerado un alivio. Sin embargo, se prevé que el restablecimiento total de los servicios y la reparación de infraestructuras dañadas tomará varios días, especialmente en las zonas más afectadas.