El productor orgánico Juan Carlos Furlán explicó en el programa “El Periodista” de Canal 12 las iniciativas que desarrolla en su chacra “El Ceivalito” en Cerro Corá. “Es un programa de investigación decrecentista campesina que consiste en ensayos tendientes a conseguir tecnología apropiada en código abierto para resolver problemas que devienen del pico del petróleo“, informó. Entre los proyectos que impulsa, señaló la generación de biogás a partir de desechos orgánicos con un “biodigestor que es capaz de producir, a través de una fermentación anaeróbica, biogás”.
Furlán enfatizó la utilidad del biogás como una alternativa energética sostenible. Sobre todo por ser “un recurso energético sostenible y las aplicaciones son múltiples. Estamos trabajando en crear tecnología apropiada para cocinar en primera instancia, pero también es posible alimentar motores de combustión interna, calefaccionar chiqueros o utilizarlo para un generador eléctrico”. En ello, aclaró que el sistema puede desarrollarse con materiales accesibles por que “se basa en tecnologías disponibles, recicladas, prácticamente desechos o artículos de ferretería”. Puntualizó el combustible, básicamente se hace en base a excremento de vaca.
Furlán abordó el concepto de decrecimiento y su impacto en la producción
Consultado sobre el concepto de “decrecimiento”, Furlán explicó que se trata de un fenómeno vinculado a la crisis energética global, “es un fenómeno planetario que está ocurriendo desde hace décadas. Se origina en 2005 con el pico del petróleo convencional y desde entonces experimentamos un deterioro de las capacidades de crecimiento económico global“. Señaló que esta situación impacta en distintos ámbitos porque “no solo se refleja en los combustibles, sino también en los alimentos y en toda la economía”.
Desde su perspectiva, es necesario adaptarse a este contexto con estrategias sostenibles. Justamente, aclaró que aquellos que se perciben como decrecentistas “entendemos que estamos frente a un decrecimiento obligatorio y nos proponemos aceptar eso, crear las condiciones apropiadas para garantizar la sostenibilidad, la soberanía energética y alimentaria en territorio”. Así, reiteró en la necesidad de desarrollar tecnologías accesibles. “La clave es que sean soluciones de fácil aplicación en las chacras, aprovechando los recursos disponibles”, enfatizó.
Una producción agroecológica y semillas libres de venenos
Cultivo agroecológico de trigo
En la entrevista también habló sobre el programa “Pan sin veneno”, que busca impulsar cultivos agroecológicos de trigo. “Se inició el año pasado con el primer ensayo, que hicimos con el acompañamiento de Agricultura Familiar. Hoy el programa lo sigue impulsando nuestra estación experimental con 600 kilos de semilla agroecológica libre de venenos”, agregó. Es más, explicó que este año el proyecto se amplió porque pasaron “de una primera experiencia a 10 productores, cada uno con media hectárea. Se entregan semillas gratuitas con asesoramiento técnico”.
Asimismo, aclaró que el objetivo es fomentar cultivos de trigo sin agroquímicos y reducir la dependencia del petróleo en la producción agrícola. “Es un cultivo de invierno, por lo que ahora se están creando las condiciones adecuadas para la siembra. Aspiramos a cultivos libres de venenos, libres de transgénicos y también libres de petróleo, apostando a la tecnología campesina“, aseguró Furlán.