El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, planea duplicar el tamaño del Centro de Confinamiento de Terroristas (Cecot), la enorme prisión de máxima seguridad que alberga a cientos de deportados de Estados Unidos. La expansión de esta instalación, que ya es la mayor cárcel del mundo, fue discutida por Bukele con la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Kristi Noem, durante su visita a San Salvador en marzo de 2025, según informaron al diario The Wall Street Journal fuentes cercanas a las negociaciones.
Inaugurado en 2023, el Cecot fue diseñado para alojar hasta 40.000 reclusos como parte de la ofensiva de Bukele contra las pandillas en El Salvador. Actualmente, la prisión alberga aproximadamente 15.000 personas, incluyendo a cientos de presuntos miembros de pandillas deportados recientemente desde Estados Unidos. La ampliación de la prisión permitiría albergar hasta 80.000 internos.
“No tenemos planes de traerlos de vuelta, esto es una solución a largo plazo”, indicó Noem al Wall Street Journal tras su visita. “Él tiene planes de duplicar el tamaño de la prisión. Tiene más de 80 acres que va a seguir desarrollando”, explicó.
En marzo de 2025, Estados Unidos deportó a más de 250 presuntos miembros de pandillas a El Salvador, muchos de ellos del Tren de Aragua -organización criminal fundada en Venezuela-, tras la invocación de una ley de guerra por parte del gobierno de Donald Trump. En virtud de un acuerdo, Estados Unidos paga a El Salvador 6 millones de dólares anuales para mantener a estos deportados en el Cecot.
Durante una reunión en la Casa Blanca, Trump le sugirió a Bukele que construya “unos cinco lugares más” para continuar con el proceso de detención de deportados. “Tenemos espacio”, respondió Bukele, y Trump insistió: “No es lo suficientemente grande”.
El presidente salvadoreño ha ganado influencia en la agenda de deportaciones de Trump, mostrándose dispuesto a detener a presuntos criminales estadounidenses en su país. Su agresiva lucha contra las pandillas ha atraído el apoyo de figuras cercanas a Trump, como Elon Musk y Tucker Carlson. La prisión ha comenzado a recibir visitas frecuentes de legisladores republicanos, muchos de los cuales se han fotografiado junto a los reclusos.
Con una población de 6,3 millones de habitantes, El Salvador tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con uno de cada 57 ciudadanos en prisión, lo que triplica la tasa de EEUU. Se espera que cualquier expansión de la prisión esté dirigida principalmente a aumentar la capacidad de recibir reclusos extranjeros. “Dependerá de EEUU enviar suficientes para llenarla”, señalaron a The Wall Street Journal fuentes cercanas a los planes de Bukele.
Durante su visita, Noem destacó que los prisioneros deportados desde Estados Unidos reciben un trato mejor que los reclusos locales. “Tienen colchones. Tienen comida completa. Tienen tiempo para hacer ejercicio y reciben chequeos médicos regulares”, comentó.
