En 2013 a pocos meses de asumir, el Papa Francisco visitaba la mayor nación latinoamericana y pidió a los jóvenes que hicieran lío. Ana María Brizuela junto al camarógrafo Horacio Javier Martínez estuvieron allí.

“Era la primera vez que viajaba a Río de Janeiro“, recordó Brizuela. “Por ende, ya tenía un plus en la experiencia de compartir con colegas de todo el mundo llevó a que dimensione aún más lo que significaba estar en una cobertura con una visita papal en un país vecino”.
Para Martínez también fue único lo vivido. “Fue una experiencia espectacular, inolvidable, que cuando la revivo, la verdad es que no te olvidas más en tu vida. Haber estado ahí entre miles y miles y miles de personas en ese evento mundial que fue la Jornada Mundial de la Juventud, cubriendo para el canal, para el noticiero de Canal 12, y así tratando de reflejar con notas e imágenes lo más cercano posible a lo que fue la emotividad de ese evento”.
Y para Martínez fue una fuente de contactos y conocimientos. “Nosotros, durante el día, hacíamos notas y después, en la habitación del hotel yo editaba en mi notebook y mandaba al noticiero para que tenga el material fresco, con la velocidad de internet de 2013. Y, así, el canal descargaba y tenía todo fresquito. A veces se cortaba un poco la transferencia y había que volver a enviar. A veces me acostaba a las 3 de la mañana cuando estaba seguro que ya había transferido todo”.
Y, los contactos con la avanzada tecnológica ayudó. “Haber estado en ese centro mundial de prensa, todos los medios internacionales, la tecnología de ese momento constituyó una experiencia increíble. Ahí por primera vez conocí lo que ahora ya se está usando en el canal que es la mochila LiveU (LU), entonces salen con los móviles en vivo de cualquier parte. Ahí vi por primera vez esa tecnología. Y, conocí a Sergio Rubín, que es el biógrafo del Papa y a Julio Bazán de TN”, acotó Martínez.

Brizuela oriunda de Puerto Piray proviene de una familia muy comprometida en la fe y una de sus hermanas lleva vida religiosa. “En lo personal, siempre tuve fe, pero con lo vivido, con la experiencia -que para más se sumó el agregado de que estaba mi hermana (es una laica comprometida) sirviendo, fue también mi sobrino a la Jornada Mundial de la Juventud- hizo que la fe cobrara un cimiento más profundo, más estable. Y eso fue lo que me hizo vivir Francisco”.
Muy fuerte. “Experimenté muchas cosas con mi compañero Horacio Martínez, somos los únicos dos que fuimos por parte del canal y la verdad que fue una maravillosa experiencia”.
Y agregó para referirse a su primera salida internacional. “Profundamente vivía desde lo espiritual. Puedo decir que estar cerca de Francisco, porque ni siquiera llegué a entrevistarlo, pero sí estuve muy cerca, me llevó a vivirlo desde la fe como un grado de santidad. Su paso cercano al público, a la gente, a los feligreses que iban y que buscaban ese saludo, me hacía experimentar una presencia mística, inexplicable desde las palabras”.
Ana María también recuerda un hecho sobrenatural. “Pude vivir un milagro, porque todas las noches veía cómo subía esa marea y la noche en la que tuvieron que cambiar el lugar de la vigilia porque el campo estaba inundado. Y se realizó en las playas de Copacabana y esa noche en donde miles y miles de almas estaban haciendo la vigilia en la playa, en la arena, el mar no se subió, no subió la marea. Por ende eso fue un milagro de Dios. Y así muchas experiencias en cuanto a Brasil”.
Y el Papa Francisco viaja a Paraguay
A la capital paraguaya el sumo pontífice llegó en julio de 2015. Y Ana Brizuela y Gilda Pernigotti viajaron hacia allá. Y fue un gran equipo de enviados para la ocasión.

“Desde lo profesional fue una experiencia de mucho aprendizaje -recuerda Gilda Pernigotti- porque hacer coberturas en ese momento donde, por ejemplo, no existía ni la remota posibilidad de pasar algo por un Whatsapp, (por un vídeo de Whatsapp, por ejemplo). O sea, los recursos audiovisuales eran mucho más selectivos. Hacían que uno dependiera, por ejemplo, de los sistemas de envíos como WeTransfer o el FTP, que era el que utilizábamos para el envío de material. Entonces siempre necesitábamos muy buena conectividad, se trabajaban con archivos de vídeo muy pesados, hoy inconcebibles en la manera de realizar televisión hoy”, contextualizó.
En ese sentido, evalúa hoy: “De todas formas, fue una cobertura impecable que hicimos desde Canal 12, fueron días muy intensos, de muchísimo trabajo, de dormir muy pocas horas, fue increíble”.
Gilda ya conocía Asunción y se encontró con otra ciudad. “La habían preparado impecablemente para la llegada del Papa. La noté demasiado limpia, cosa que no sucede siempre, me sorprendió muchísimo lo paralizado que estuvo el tránsito en esos días porque, claro, era cuidar a la persona más importante del mundo, entonces era un sistema de seguridad increíble, te generaba muchísima impresión. Por ejemplo, cuando se armaban los cordones humanos para esperar la llegada del Papamóvil y ver cómo pasaban los helicópteros sobrevolando y todo el sistema de seguridad a medida que se iba acercando el pontífice”.
Para sintetizar, “era realmente entender y vivir en carne propia lo que es estar cerca de la persona más importante o más influyente del mundo. No hay palabras para explicar eso desde lo profesional. Y por otra parte está la cuestión espiritual, es entender cómo toda la gente se une y la alegría de la feligresía y todos los jóvenes, la alegría que tenían, encima los paraguayos son personas muy cálidas, muy amables, entonces uno se acercaba a hacerle notas y con muchísimo cariño te contestaban y te explicaban lo que significaba para ellos recibir esa visita”.
Para Ana María Brizuela, la ventaja de la cobertura en Paraguay es que ya estaba un poco más adiestrada. “Ya tenía un poquito más de cancha (baquía, conocimiento), tuve la posibilidad de viajar con un gran equipo del canal, porque éramos muchos, que estuvieron desde la producción y desde técnica y la verdad es que además también se sumó el plus de que fui con una querida compañera de trabajo, mi amiga Gilda, ella sumó muchísimo en cuanto a experiencia como periodista e hizo que Paraguay sea vivido desde otro lugar”.
Y había más. “Desde ya la experiencia de poder experimentar esto de tenerlo a Francisco cerca, desde el testimonio de las personas que lo buscan, desde lo que genera y desde sus mensajes, los impactos que dejó siempre en cada lugar en donde fue, habló muy bien de la mujer paraguaya, me identifica mucho con mi mamá”, acotó Brizuela.
Queda claro: “Mi mamá es paraguaya y esa fe creo que también viene desde la mujer paraguaya, porque mi mamá era heredera de ella. Fue muy linda la experiencia en Paraguay, lo viví desde la emoción y desde la profesión”, puntualizó Ana María Brizuela.
Sin dejar de rememorar esos momentos únicos, Ana María acotó: “Y estoy triste, por lo del Papa (recién fallecido), hice mi duelo y la verdad es que sí, fue un día triste. La iglesia en todos estos días es como si se hubiera quedado huérfana y en donde bueno, hay que rezar mucho, mucho, mucho, por lo que se decida de ahora en más y por el nuevo Papa y porque Francisco descanse en paz”.