El año nuevo en Argentina se celebra con diversas tradiciones que mezclan costumbres ancestrales y prácticas modernas. Entre las más comunes se encuentran las cenas familiares, el brindis a medianoche y las supersticiones que buscan atraer buena suerte y prosperidad en el año entrante.

Una de las costumbres más arraigadas es la de reunirse con amigos y familiares para compartir una cena especial en el país. En muchas casas se preparan platos tradicionales como el asado, el vitel toné, las ensaladas y los sándwiches de miga.
Al llegar la medianoche, se realiza un brindis con sidra o champán, mientras se desean buenos augurios para el nuevo ciclo. Es común también el ritual de comer 12 uvas al sonar las campanadas, una por cada mes del año, pidiendo un deseo para cada uno de ellos.

Otra tradición peculiar es la de usar ropa interior rosa, ya que muchas personas creen que este color atrae el amor en el año que comienza. Además, en algunas familias argentinas se practica el ritual de barrer hacia afuera de la casa, con la intención de alejar las malas energías del año anterior y abrirle paso a la prosperidad.
Costumbres para manifestar viajes y cerrar ciclos
Una de las costumbres que ganó popularidad para recibir el año nuevo en Argentina es la de caminar con una maleta vacía alrededor de la casa o por la cuadra. El deseo es que el nuevo año esté lleno de viajes y aventuras. Este gesto, cargado de simbolismo, refleja el anhelo de nuevos comienzos y experiencias.

En varias regiones del país, es tradicional la quema de una figura llamada “Año Viejo“, que suele estar hecha de trapo o papel y representa el ciclo que se cierra. Esta figura se quema a la medianoche, simbolizando la eliminación de todo lo negativo y la bienvenida al futuro.

Finalmente, aunque no es una costumbre universal, los fuegos artificiales juegan un papel importante en las celebraciones de Año Nuevo en muchas localidades. El cielo se ilumina con explosiones de color, marcando el inicio de un nuevo ciclo lleno de esperanzas y deseos.
Dichas tradiciones forman parte de la identidad argentina y reflejan el deseo de cerrar un ciclo con esperanza y optimismo, para celebrar con familia y amigos la llegada de un nuevo año lleno de oportunidades.