El segundo felino más característico de Misiones, fue avistado en las cercanías de las cataratas. Es considerado, por su hermoso diseño de rayas y manchas, uno de los felinos salvajes de más bello pelaje.
Uno de los felinos más pequeños y salvajes del mundo fue avistado en el Parque Nacional Iguazú. Se trata del ocelote (Leopardus pardalis) también conocido como “gato onza”, este peculiar animal se encontraba merodeando por las inmediaciones de la Estación Cataratas, en su hábitat natural. Se trataría de un ejemplar adulto, pero no se puede determinar exactamente.
Este tipo de felinos mide entre 115 y 145 cm de largo total, de los cuales 40 a 45 cm corresponden a la cola, en tanto el peso oscila entre los 8 y los 16 kg, siendo el macho más grande y pesado que la hembra. Además es considerado, por su hermoso diseño de rayas y manchas, uno de los de más bello pelaje, tan solo superado por el “gato de las arenas” (Felis margarita).
Es una especie tímida, solitaria y sigilosa que suele salir de noche, rara vez viéndose de día. Posee una gran agilidad para moverse en el estrato arbóreo, sobre todo sobre ramas altas, donde descansa o se dedica a la captura de aves o monos. También utiliza los huecos en los árboles para refugiarse y baja al suelo solo para realizar gran parte de sus cacerías.
En Argentina se conoce mayormente la presencia del Ocelote en el Parque Nacional Iguazú y en el Parque Provincial Urugua-í (Misiones), considerado un gran refugio para esta especie, esto gracias a la gran cobertura que mantiene la selva paranaense y la gran variedad de fauna que sirve de alimento para el felino.
Algunos ejemplares aislados se pueden ver en el norte de Corrientes, este de Chaco y Formosa, y la cuña yungueña representada por el este de Jujuy, el centro de Salta y el centro norte de Tucumán. Existen menciones también para las provincias de Santa Fe (norte) y Santiago del Estero.
