La Escuela de Robótica promueve la inclusión de los adultos mayores a través de la realización de proyectos tecnológicos con los clubes de la tercera edad. La Red de Espacios Maker, que recorre los 78 municipios, busca convertirse en un espacio seguro al proporcionar asistencia para la realización de trámites y el uso de plataformas digitales.
El recordatorio de que los adultos mayores son una parte activa y necesaria para la sociedad se realiza cada 28 de agosto, desde que en 1948 se proclamaron los “Derechos de la Ancianidad” que serían incluidos en la Reforma Constitucional de 1949. En este marco, desde la Escuela de Robótica buscan promover la inclusión de los adultos mayores en el ecosistema del conocimiento misionero, a través de convenios con diferentes clubes de la tercera edad.
Estos acuerdos tienen como objetivo ofrecer a los clubes la posibilidad de acceder a programas educativos en el campo de la robótica, brindando así una oportunidad única para el desarrollo personal y social de los mismos. Esta idea inició en la sede Maker de Garupá, donde varios adultos mayores asistían y sentaron una base, que después se transmitió a Posadas, con el acuerdo entre la Escuela de Robótica y el Ministerio de Desarrollo Social.
Durante las últimas inscripciones, realizadas en el mes de abril en la ciudad de Posadas, se contabilizaron más de 200 adultos mayores inscritos. En tanto en Garupá, el epicentro de esta idea, decenas de clubes para adultos mayores se han unido al último trayecto de la Escuela de Robótica, a tal punto de que el año pasado los adultos mayores participaron de la Copa Robótica Provincial.
La Red Maker, un espacio seguro para los adultos mayores
Por otra parte, la Red de Espacios Maker, que forma parte de la Escuela de Robótica llevando sus conocimientos a los 78 municipios, busca acompañar esta inclusión y convertirse en un espacio seguro para los adultos mayores, al proporcionar asistencia para la realización de trámites y el uso de plataformas digitales.
“La idea es utilizar estos mismos espacios que usan los jóvenes, sin requerir recursos adicionales. Estos puntos de acceso permitirán a los mayores aprender a utilizar cajeros bancarios, aplicaciones de pago de servicios y otras herramientas digitales esenciales”, indicó el diputado provincial, Pereyra Pigerl, impulsor de este proyecto.

Además, la formación tecnológica para adultos mayores no solo busca facilitar su acceso a servicios digitales, sino también aumentar su independencia. “Muchos adultos mayores enfrentan largas filas para realizar trámites, como cobrar jubilaciones o pagar servicios. Con la capacitación adecuada, podrán hacer estos trámites desde sus teléfonos, ahorrando tiempo y evitando desplazamientos innecesarios”, explicó el funcionario.
Esta iniciativa pretende minimizar el riesgo de estafas digitales y mejorar la seguridad en el uso de la tecnología. De esta manera, el proyecto de ley también contempla medidas para prevenir estafas y fraudes digitales que afectan a dicha franja etaria. “Es crucial que, además de la formación, se les brinde protección contra estafas virtuales. Nuestro objetivo es que los adultos mayores puedan navegar por el entorno digital con confianza y seguridad”, destacó Pereyra Pigerl.