Shadow of the Erdtree amplía uno de los videojuegos más aclamados de los últimos años: Elden Ring. El estudio japonés, encabezado por Hidetaka Miyazaki, convirtió la desmesurada puerta de entrada de sus juegos en un rito de paso gamer para millones de personas.
Pocas veces un producto cultural tuvo requisitos de entrada tan elevados. Para disfrutar de las maravillas que ofrece el esperadísimo videojuego Shadow of the Erdtree es necesario disponer de una copia de Elden Ring. También es una condición imprescindible haber superado con éxito las batallas contra dos de los jefes más difíciles de este, Radahn, el Azote de las Estrellas y Mohg, el Señor de la Sangre.
Para las personas que no estén versadas en la serie de juegos creada por el estudio japonés de FromSoftware todo puede sonar muy extraño. Incluso, puede parecer una broma. ¿Es necesario invertir decenas o centenares de horas para disfrutar de un nuevo videojuego? Sí. ¿Va a vender algo un videojuego con tan descabellados requisitos? Va a vender millones. Esa es la paradoja.
La paradoja FromSoftware
Aunque que por ambición podría considerarse que Shadow of the Erdtree es un videojuego en sí mismo, en realidad se trata de una expansión para el citado Elden Ring. Es decir, es un contenido descargable que amplía los contenidos de este último con la adición de un nuevo mundo para explorar. Así como decenas de enemigos inéditos, retos, armas y otras características.
Las expectativas que existen entre los aficionados más acérrimos del videojuego por la expansión de Elden Ring no se comparan con otras expansiones. Quizás es solo comparable a las primeras que tuvo World of Warcraft. También, es comprensible si se tiene en cuenta el enorme éxito del título original. Cuando Elden Ring salió a la venta en febrero de 2022 se convirtió en uno de los juegos mejor valorados de todos los tiempos. Eso le permitió alzarse con el premio al mejor juego de ese año, y que lo llevó a un título de nicho a vender más de 25 millones de copias.
Adiós a las Tierras Intermedias
Una vez uno conoce el enorme impacto de Elden Ring entre la comunidad del videojuego es fácil entender por qué desde hace semanas proliferan en internet miles de artículos en los que se explican los requisitos para disfrutar de Shadow of the Erdtree. Básicamente, una vez el jugador derrote a los mencionados jefes, debe situarse frente a la crisálida de Mohg, que se encuentra en el Panteón de la Dinastía y, desde allí, viajar a un nuevo mundo.

Una vez hecho los deberes es el momento de entrar en Shadow of the Erdtree. Lo cierto es que la palabra expansión no hace justicia a lo que los jugadores van a encontrarse en este contenido descargable. Obviamente, el llamado Reino de las Sombras no es tan grande como el enorme mapa de las Tierras Intermedias. Después de explorarlo durante unos días se podrá decir que es sorprendentemente vasto.
Nuevas formas de jugar
Además de un buen puñado de nuevas regiones a explorar, de personajes que conocer y de historias que desentrañar, los grandes y grotescos jefes finales siguen siendo la guinda del pastel. Desde el inicio de la nueva aventura, Shadow of the Erdtree deja claras sus intenciones con la aparición de un golem de fuego gigantesco y, aparentemente, indestructible. La expansión ofrece nuevos contenidos y está diseñada para que los jugadores sientan en su retorno a Elden Ring nuevas ganas de experimentar con el sistema de creación de personajes del juego.

Pocas veces un producto cultural tuvo requisitos de entrada tan elevados. Todavía sorprende lo que esta expansión venderá y los ríos y ríos de tinta, y las horas y horas de vídeos, que va a generar. El estudio japonés encabezado por el prestigioso diseñador Hidetaka Miyazaki consiguió convertir la puerta de entrada de sus juegos en un rito de paso gamer para millones de personas.
Fuente: La Vanguardia