Andrea Perrone se mudó al Viejo Continente hace tres años y ahora asesora a quienes quieran obtener el pasaporte de la Unión Europea. El paso a paso de cómo emigrar y cuáles son los trámites.
Andrea Perrone es oriunda de Oberá, su pareja es de Buenos Aires. Ambos tenían el deseo de viajar y conocer Europa, tomaron la decisión de ir a Italia y ahí obtener la ciudadanía de ese país. “Con mi pareja teníamos esa ansias de viajar, de conocer el viejo continente y tomamos la decisión de ir a Italia a hacer mi ciudadanía pero no sabíamos si nos íbamos a quedar ahí porque no conocíamos, esto fue en 2019”, declaró.
Un poco de la obereña que “fabrica” ciudadanos italianos
Nació en Oberá. A los 18 años fue a vivir a Buenos Aires donde estudió y se recibió de Abogada en la UBA.
—¿Qué pasó cuando te recibiste?
—Me recibí y volví a misiones, estuve viviendo y trabajando en Posadas. Después con mi pareja teníamos el deseo de viajar, de conocer el viejo continente y tomamos la decisión de ir a Italia primeramente a hacer mi ciudadanía italiana, pero en ese entonces no sabíamos si nos íbamos a quedar ahí porque no conocíamos el lugar.
—¿En qué año tomaron la decisión de ir a Europa?
—En 2019 fuimos a Italia directamente a Cerdeña, que es donde actualmente vivimos, realice el trámite de mi ciudadanía y en tres meses ya lo tenía en mis manos. Tuvimos que iniciar el trámite de matrimonio para mi pareja. Durante este proceso ocurre la pandemia, fue un periodo complicado, a nosotros nos agarró en un país nuevo, sin trabajo fijo.
—¿Cómo pasaron la pandemia?
—Mucha incertidumbre, no sabíamos que íbamos a pasar. Él es de la provincia de Buenos Aires, la cuestión económica daba miedo. Trabajamos con cosas que estaban prohibidas, yo estaba como recepcionista en un gimnasio y él daba clases de tango porque es bailarín y profesor de tango. Cuando empezó a ceder la pandemia nos mudamos a Roma, es ahí donde pensé que al ser más grande podía conseguir trabajo.
—¿ Cuándo surgió esta idea de ayudar a otros a obtener la ciudadanía italiana?
—Me puse a pensar qué le podía brindar a un estudio jurídico. Ahí pensé en trámites de ciudadanía, ya que lo hice sola. Empecé a mandar currículum a estudios jurídicos que estén relacionados con Argentina y un día vi una publicación de la abogada con la que actualmente trabajo, por entonces era solo una colaboración por la mañana, ya que de tarde era niñera.
—¿Cómo es emigrar y dejar todo por ese sueño?
—Cuando uno emigra, los primeros años no son fáciles. Sobre todo cuando vas por deseo propio a diferencia de un trabajo ya cerrado. Hasta que entendés como funciona la sociedad y dónde podés buscar el trabajo que querés, lleva un tiempo. En mi caso tenía el conocimiento legal pero me faltaba el idioma.
—Te hiciste conocida enseguida, ¿cómo fue ese proceso?
—Con esta abogada hicimos un par de vivos en Instagram siempre hablando de la vía judicial. Entonces se pusieron en contacto un par de gestores de Argentina por unos chicos que querían hacer la ciudadanía italiana pero no sé animaban a ir solos. Vamos a Olbia, les dije que es más fácil conseguir alquiler, es más chico. En mayo del 2021 se abrió todo y fuimos a Cerdeña. Se dió el boca a boca, tuve muchísimos clientes y no pude irme más de Cerdeña me tuve que alquilar un departamento más grande.
—¿Quienes fueron las primeras personas a quien ayudaste con el trámite?
—Eran chicos de Córdoba, Santa Fé, que ya andaban por Europa con Visa de Dinamarca que se les estaba por vencer y necesitaban hacer la ciudadanía.
—¿Cómo se hace la ciudadanía?
—Primero hay que tener un descendiente, ya sea abuelo, bisabuelo o tatarabuelo (no hay límite generacional). Nosotros tomamos esa línea de la persona que nació en Italia y nunca renunció a su ciudadanía. En el caso que haya renunciado se hace un análisis de los años, entre otras cosas. Hay que juntar toda la documentación que acredite esa descendencia: acta de nacimiento, matrimonio y defunción de todas las personas que están en esa línea de descendencia. Cuánto más lejano es el vínculo más documentos se necesitan. Es un trámite que no se puede hacer solo. A menos que sea tu abuelo. Luego tenes que hacer la apostilla (para que tenga validez en el exterior) la traducción y la legalización.
Se presentan en Italia o si tienen residencia en Argentina a través del consulado que le corresponde por su lugar de residencia. A los que residen en Misiones les toca el consulado de Rosario que es lento porque tiene una jurisdicción muy grande. También estuvo sin cónsul en un momento.
—¿Tarda mucho el trámite de ciudadanía?
—El tiempo máximo que por ley tiene el consulado es de 2 años. Si lo haces en Italia, marcas residencia ahí, puede estar en tres meses pero depende de la comuna en la que estés viviendo; si la que te atiende sabe hacer el trámite, el criterio de interpretación de quién lleva el trámite, si le gusta la inmigración o no.
—En cuanto a la demanda, ¿Es mucha?
—La demanda es altísima, es muchísima la gente que se está yendo. Apenas se abrieron las fronteras, mucha gente eligió irse del país.
—¿A cuantas personas ayudaste a concretar la ciudadanía?
—Ya tramitamos más de 100 ciudadanías. Yo hago la parte judicial y también ayudo a las personas que lo hacen a través del consulado; y a conseguir el turno.
—¿Por qué crees que tanta gente quiere hacer la ciudadanía?
—Te abre una puerta más de posibilidad a la hora de emigrar, buscar trabajo legal en Europa. Aunque confieso que es todo un desafío.
—¿Es elevado el costo?
—Si uno quiere ir a hacerse la ciudadanía a Italia estamos hablando de unos 7.000 euros como mínimo, eso te ayuda a estar tranquilo hasta conseguir trabajo.
