La periodista, oriunda de San Vicente, compartió su historia de vida. Estudió, trabajó y atravesó una pandemia en la Capital Federal. Hoy, alza su “Copa Del Mundo”.
La ex conductora de Ahora en Misiones, El Noticiero y actual conductora de Acá y Ahora, Vanina Naumtchuk, nació el 21 de abril de 1991, en San Vicente. Su madre es docente y el padre chofer, es la segunda de cuatro hermanos y la primera mujer de la pareja. Desde los 8 hasta los 18 años incursionó en el folclore, fue abanderada de la escuela de danza y terminó el secundario en el Instituto de Enseñanza Agropecuaria N°3 de jornada completa en el 2008.
A los 18 años decidió irse a estudiar a la Capital Federal e iniciar una nueva etapa. Con muchas metas y sueños, Vanina se mudó a la gran ciudad para cumplir sus objetivos. En esta entrevista, comparte cómo fue su paso por Buenos Aires y como, con mucho esmero, cualquier persona puede alcanzar sus sueños.
– ¿Qué te llevó a estudiar periodismo?
Quise ser periodista desde que tengo memoria, nunca quise ser nada con tantas ganas y convicción en la vida. Siempre fui buena alumna, pero me iba mejor en materias con más texto que números. En la escuela era muy participativa y como nieta-hija-sobrina de docentes hacia todo. Recitaba poesía, conducía actos y participaba de concursos de lectura. Supe desde muy chica que me gustaba. Mi mamá y mi oma tuvieron mucho que ver en esto. Mi mamá es maestra, así que en casa los libros siempre abundan.
Los días de lluvia jugábamos a resolver más rápido sopas de letras. Mi abuela, directora jubilada del colegio de pueblo Illia, tenía una biblioteca popular en la casa. Me pasaba horas leyendo en el pasto debajo de una parra de uvas, incluso en alguna oportunidad le pedía a mi mamá que me comprara un libro como regalo de navidad. Cuando terminé el colegio en 2008 vine a Posadas a estudiar, pero no me la pasaba bien. Extrañaba muchísimo y no me adapté. Me volvía casi todos los fines de semana a San Vicente.
– ¿Cómo decidiste irte a la Capital Federal y la vida allí?
– En un momento surgió la posibilidad de irme a Buenos Aires, le dije a mis padres y así comenzó mi vida allá. Todos con muchísimo miedo porque, entre que no me adapté a Posadas y no conocía Buenos Aires, iba a ser difícil. Mi papá me dijo “mira que no te voy a poder ir a buscar”.
A los 18 me fui a vivir a Capital Federal para estudiar Periodismo en la Escuela de Periodismo TEA. Sin conocer nada, jamás había usado un subte, por ejemplo, así que fue un difícil y hermoso desafío estar sola. A la gran ciudad, si no le agarras el ritmo, te pasa por arriba.
Mi familia siempre me acompañó y me apoyó, pero estar a 1.200 kilómetros sin conocer a nadie y tener que resolver todo sola no es fácil. Se extraña mucho a la familia, lo cotidiano y las costumbres. El desarraigo siempre duele, aunque sea en el mismo país. La idea original era terminar la facultad y volver a Misiones, pero pasaron cosas. Comencé a trabajar en empresas de la capital, me adapté al ritmo de vida, hice muchísimos amigos y tengo gente con la que siempre estaré agradecida. Cuando uno está tan lejos tenés amigos que te abren la puerta de su casa, que te invitan a pasar un domingo en familia, que te acompañan cuando te sentís mal y eso es impagable. Son muchas las familias adoptivas que tuve en Buenos Aires.
Después de TEA decidí cambiarme de facultad y comencé la Licenciatura en Periodismo en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. En ese entonces, cursaba a la mañana y trabajaba a la tarde para ayudar a mis viejos a solventar mis gastos. Algunos días cursaba también a la noche. Fue una época de dormir poco y esforzarme mucho. Estar en Buenos Aires fue duro. Los primeros años sobre todo porque no conoces, la gente va a mil, es una ciudad enorme y hay que tener cuidados que en San Vicente no los tenía ni por asomo.
Se extraña muchísimo a la familia, a los amigos, los encuentros familiares, los cumpleaños. Además, mis viejos laburantes que hicieron hasta lo imposible para mantenerme allá, yo siempre trabajaba para colaborar y las visitas eran pocas. Volvía una vez al año, algunos años no podía y no venía. Hay que bancársela.
Años después terminé la universidad, pero como no trabajaba como periodista decidí no rendir la tesis. Me frustré y pensaba que no iba a trabajar en la profesión, que le había puesto el título a un hobby a algo que me gustaba mucho y que tampoco estaba mal si no me dedicaba a eso. Trabajé ocho años en OSDE, una de las empresas más grandes de Argentina. Me iba muy bien, vivía en Recoleta, podía mantenerme sola allá que es carísimo, viajaba y era muy feliz, y ¡Pum! pandemia. Todos encerrados.
–¿Cómo viviste la pandemia porteña?
– Estuve 100 días encerrada en Capital Federal, trabajando en remoto y haciendo lo que podía para distraerme. Videollamadas, cocina, ejercicio en casa y lectura. Hasta que no aguanté más. En Buenos Aires, la pandemia fue terrible, me acuerdo cuando nos dejaban salir a correr por finalización de números de DNI. Esperabas ese día con ganas para salir y respirar un poco. Un día en medio de una crisis de llanto, lo llamé a mi papá y le dije que me quería volver. No había en ese entonces ni colectivos, ni aviones, ni nada. Así que el tipo sin dudar me dijo voy a buscarte. Hicimos los permisos, se subió al auto y manejó solo a buscarme. Me volví a San Vicente a trabajar en remoto desde casa para la empresa en Buenos Aires y decidí que no quería volverme más. Así que renuncié a mi trabajo de ocho años allá. Me volví diciendo: ‘algo voy a hacer’. Si puedo estar sola en Buenos Aires puedo tener la vida que realmente quiero cerca de mi familia.
–¿Cómo llegaste a Canal 12?
– En 2021 me pregunté por qué no intentar. Así que empecé a comunicarme con algunos periodistas conocidos, mandé curriculums, mensajes, mail y me vine a Posadas. En ese entonces tuve dos entrevistas, una en Canal 12 con Silvia Teibler y otra en Misiones Online. Tuve la posibilidad de entrar a los dos lugares. Hablé con Silvia y le expliqué que hacía diez años no vivía en Misiones, no entendía muchas cosas de la coyuntura local y de la gente. Así que sentía que entrar a Canal 12 de una era jugar en primera sin hacer reserva, sentía que me estaba salteando un escalón, que me faltaba. Así que acepté el trabajo en Misiones Online donde empecé a hacer redacción, televisión con Jorge Castro, radio y producción. Ahí también pude ver que me gustaba más y que menos de la profesión. Descubrí que no hay nada del trabajo periodístico que no me guste. Aprendí muchísimo, conocí a mucha gente y me di cuenta que me daba mucha vergüenza trabajar en un medio y no tener el título. Así que me senté, rendí la tesis y me saque un 9. Tuve que volver a Misiones para recibirme y hace poco pude viajar a buscar el título. El papelito “mi copa del mundo” como me dijo mi mamá.
Estuve un año en Misiones Online. En ese entonces, Canal 12 hace un casting en Posadas pero no fui. A los pocos días anuncian un nuevo casting en Oberá y me presenté. Fue un sábado que llovía torrencialmente, pero fui. Hice el casting sola porque por la lluvia no había llegado nadie hasta entonces, así que fue gracioso porque estaban todos los productores y yo paradita ahí. Unos días después me avisaron que iba a hacer la prueba de verano en Ahora en Misiones y en El Noticiero. Después me confirmaron en ambos programas durante el 2022 y fue para mí un sueño cumplido y un desafío y una oportunidad enormes. Habían confiado en mí para esos roles tan importantes y quería estar a la altura. El 2022 laboralmente fue un año hermoso, conocí gente linda, buenos compañeros de trabajo y colegas que me ayudaron un montón, algunos que hoy son amigos y personas que quiero muchísimo.
–¿Cuáles son las proyeccuines para este 2023?
– Se vienen nuevos desafíos. Como programa nuevo y cambio de rutinas. En el Canal voy a conducir Acá y Ahora de 15 a 17, lo que implica modificar horarios, rutinas y equipos de trabajo. Así que estoy contenta y expectante. Y a diferencia del año pasado, que estaba en formato noticiero, ahora voy a hacer un magazine, que es mucho más distendido y con entretenimiento. Voy a poder mostrar más como soy y debatir con los diferentes columnistas sobre diversos temas. Eso me divierte y me representa, además, un enorme desafío. Además voy a colaborar con la redacción de la web canal. Trabajo en comunicación y prensa política que me encanta. Me queda pendiente hacer radio que es mágica para mi.
