Se trata del híbrido F1 INTA-PINDO que se obtuvo mediante cruzamientos entre árboles seleccionados genéticamente. El material es el resultado de la articulación público-privada entre el Inta Montecarlo y una empresa privada.
Existen unos 400 ejemplares del pino híbrido desarrollado en la provincia, de los cuales, los 9 mejores son transferidos al sector productivo. Así lo aseguró María Elena Gauchat, investigadora del Inta Montecarlo.
Se trata del F1 INTA-PINDO, un ejemplar que se destaca por el crecimiento, la uniformidad y el rendimiento en plantaciones forestales comerciales y en sistemas silvopastoriles. Fue obtenido gracias al trabajo en mejoramiento y cruzamientos controlados de un equipo de investigación del Inta Montecarlo y la empresa agro-foresto industrial Pindó.
La investigadora explicó que de la cruza entre materiales locales de las especies Pinus elliottii –utilizada como “madre”– y Pinus caribaea variedad hondurensis –utilizada como “padre”– surgió el F1 INTA-PINDO. La obtención de la nueva variedad llevó 18 años de articulación público-privada entre el Inta y Pindó.
Sobre los avances de este programa de mejoramiento, Gauchat señaló que “actualmente existen 400 familias del pino híbrido en campos que son evaluados y que se transfiere al sector productivo las 9 mejores familias logradas hasta el momento”. Y desde 2019 se están generando plantaciones forestales con estos materiales genéticos seleccionados.
En 2004 se iniciaron los cruzamientos controlados, por lo que todos los años se generan familias F1 nuevas. Estos ejemplares son evaluados a campo. Y los mejores se destinan a productores y viveristas. Así los pinos mejorados genéticamente se transfieren al sector productivo desde la empresa Pindó que entrega estacas o plantines.
La investigadora destacó que “este híbrido está destinado tanto a productores netamente forestales que realizan plantaciones puras, como a aquellos productores que implementan sistemas más complejos, como los sistemas silvopastoriles”
El F1 INTA-PINDO se destaca por su alta tasa de crecimiento, rectitud de fuste y características de su copa tales como ramas finas y cortas, por lo que su rendimiento en industria es superior y permite aprovechar en el aserrío rollos más pequeños. Además, tiene una mayor resistencia a las bajas temperaturas y a los vientos, y luego de un año y medio ya no presenta riesgos a la ocurrencia de heladas. También tiene una mejor adaptación a lugares con escaso drenaje respecto a Pinus taeda, entre otras ventajas.
Las investigaciones en el marco de esta asociación público-privada para la generación del Pino híbrido F1 INTA-PINDO siguen en marcha, se aseguró desde el Inta Montecarlo.
R.S
