La creciente dependencia a servicios digitales y la cantidad de datos personales que los individuos comparten a diario requieren de la implementación de herramientas tecnológicas y hábitos conscientes.
En un entorno digital cada vez más expuesto a ciberataques, proteger la privacidad en línea se vuelve fundamental. Desde el uso de una VPN hasta la navegación en modo incógnito, estos siete consejos de ciberseguridad ayudan a mantener seguros los datos personales y evitar delitos.
Estas recomendaciones ofrecen una base sólida en ciberseguridad para mantener a salvo la privacidad y evitar delitos como el robo de identidad, hackeo de cuentas personales (bancarias o redes sociales), filtración de información íntima, instalación de malware, entre otros.
1. VPN: el protector de los datos en línea
Una red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés) es una herramienta esencial para garantizar la seguridad y privacidad de los datos en línea, especialmente cuando se navega en redes Wi-Fi públicas, que son más vulnerables a ciberataques. La VPN funciona creando un “túnel” cifrado entre el dispositivo del usuario (ya sea una computadora, teléfono o tableta) y el servidor al que se conecta, evitando que terceros intercepten o monitoreen la actividad en línea.

Al utilizar una VPN, la dirección IP del dispositivo queda oculta y asegura la ciberseguridad, lo que hace difícil rastrear la ubicación real del usuario y su comportamiento en la red. Además, el cifrado de los datos asegura que, incluso si un ciberdelincuente logra interceptar la información, no pueda leerla o entenderla sin la clave de cifrado.
2. Autenticación de dos factores (2FA)
Este método agrega una capa adicional de seguridad a las cuentas personales ya que requiere no solo ingresar la contraseña privada, sino también un segundo factor, como un código enviado al celular personal del individuo o generado mediante una aplicación de autenticación. Esto dificultará el acceso a las cuentas, incluso si los atacantes poseen la contraseña.
3. Gestor de contraseñas
Los gestores de contraseñas son herramientas diseñadas para facilitar la creación, almacenamiento y gestión de contraseñas seguras y únicas para cada servicio que utilizamos en línea. En un mundo donde se utilizan múltiples plataformas, desde redes sociales hasta servicios bancarios, el uso de contraseñas fuertes y diferentes para cada cuenta es esencial para protegerse contra ciberataques. Sin embargo, la memoria humana tiene sus limitaciones, y recordar varias contraseñas complejas puede ser un reto, lo que lleva a muchos usuarios a cometer errores que comprometen su seguridad.

Un gestor de contraseñas soluciona este problema generando contraseñas únicas y aumentando la ciberseguridad, largas y difíciles de descifrar para cada cuenta, y las almacena de manera segura en un “bóveda digital” protegida por una contraseña maestra. Esta contraseña maestra es la única que el usuario debe recordar, mientras que el gestor se encarga de rellenar automáticamente las credenciales de acceso en cada plataforma.
4. Dispositivos y software actualizados
Las actualizaciones de software incluyen parches de seguridad que corrigen y previenen futuros ataques a la privacidad en línea. Aunque es un error común descuidar dicha actualización, es relevante llevarla a cabo cuando el sistema operativo del dispositivo, aplicaciones y navegadores lo indiquen para reducir el riesgo de ataques informáticos.

El uso de antivirus es otra herramienta a destacar ya que ayuda con la prevención de ciberataques al detectar y eliminar el malware, spyware, ransomware y otros tipos de software malicioso que pueden comprometer la seguridad en línea del dispositivo.
5. Wi-Fi sin protección
Las redes de Wi-Fi públicas, como las que se encuentran en bares, cafeterías, restaurantes, aeropuertos o bibliotecas, suelen ser inseguras y vulnerables a ciberataques. Si es necesario conectar un dispositivo a una red pública, se deberían tener en cuenta aspectos como: el uso de una VPN que protege la actividad en línea, evitar acceder a cuentas sensibles como servicios bancarios o correos electrónicos personales.
6. Permisos de aplicaciones
Revisar punto por punto el permiso que la aplicación requiere podría ser tedioso, pero necesario para la seguridad personal en línea. Al instalar aplicaciones en el celular u otros dispositivos, la gran mayoría de ellas solicitan permisos para acceder a datos o funcionalidades que no siempre son necesarias. Al limitar el permiso de las aplicaciones, la información personal, la ubicación, acceso a cámara, micrófono o contactos, entre otros, quedarán resguardados de futuros posibles ataques.

En el caso de las cookies, que almacenan información privada sobre la actividad de los usuarios en sitios web, se deberían gestionar los permisos, limitar el uso de las mismas, borrarlas regularmente del navegador o usar el modo de navegación privada para minimizar el seguimiento.
Existen diversos tipos de cookies para mejorar la ciberseguridad, pero las que más requieren atención son las cookies de seguimiento o terceros, ya que al recopilar datos sobre el comportamiento del usuario en diferentes sitios web, guarda información que podría ser usada para crear perfiles detallados, que luego se podrían vender o compartir a terceros sin consentimiento del usuario y comprometiendo su privacidad.
Algunas cookies podrían ser utilizadas por ciberdelincuentes para realizar ataques de robo de sesiones o suplantación de identidad si las conexiones no son seguras. Otro consejo es ajustar la configuración del navegador para aceptar sólo las cookies esenciales o emplear extensiones que bloqueen el rastreo.
7. Modo incógnito en el navegador
Para que las páginas visitadas no se guarden en el historial ni se almacenen en cookies o archivos temporales, se recomienda navegar en modo incógnito o privado. Si bien no ofrece una privacidad completa, es una forma eficaz de reducir el volumen de información que se guarda de forma local en el dispositivo y limitará el seguimiento de sitios web durante la sesión de navegación.
Con información de Perfil