La histórica hipótesis sobre la llegada de submarinos nazis a la Argentina tras la Segunda Guerra Mundial cobró nueva relevancia. Investigadores identificaron restos en las costas de Quequén y en la localidad de Camarones, en Chubut, que podrían estar vinculados a la presencia de U-Boots alemanes en el Atlántico Sur.
El escritor Abel Basti, especializado en la búsqueda de rastros nazis en Sudamérica, sostiene que se trató de un plan de evacuación del Tercer Reich. Según su investigación, al menos 10 submarinos habrían llegado a la Argentina, dispersándose desde Mar del Plata hasta la Patagonia. Su hipótesis se apoya en documentos desclasificados soviéticos y en hallazgos recientes en la costa patagónica.
Restos de embarcaciones en la Patagonia
En Camarones, Basti halló cuatro botes metálicos en una zona deshabitada. Estos, según su análisis, estarían asociados a desembarcos clandestinos de submarinos alemanes tras el fin del conflicto bélico. Documentos y testimonios históricos refuerzan su teoría: pobladores locales recuerdan ver hombres uniformados, aparatos de radio y camiones transportando combustible hasta la costa en la década de 1940.
El testimonio de Juan Trucco, residente de la estancia Santa Elena en 1945, indica que, semanas después de la guerra, vio botes con tripulantes uniformados en la bahía. Juan Enrique Lacoste, de la estancia La Primitiva, relató cómo estos hombres realizaban ejercicios físicos tras desembarcar, como si hubieran pasado largos períodos confinados en sus naves.
Un submarino hundido en Quequén
Hace menos de dos años, Basti identificó en Quequén un naufragio que podría tratarse de un submarino alemán. Aunque un especialista italiano confirmó que los restos pertenecen a una nave nazi, las autoridades no han avanzado en su investigación. “El Estado sólo lo clasifica como un naufragio sin profundizar en su origen”, afirma el investigador.
El escritor sostiene que los submarinos eran hundidos deliberadamente tras cumplir su misión. “Fue lo que sucedió con el U-Boot hallado en Quequén”, explica. En su análisis, Basti destaca que estos sumergibles eran utilizados como transporte para altos mandos nazis que buscaban refugio en Argentina, una teoría que ha sido ampliamente debatida por historiadores.
Evidencias y relatos de la presencia nazi en Argentina
Además de los hallazgos físicos, Basti cita relatos de pobladores de Camarones que observaban luces en el mar y movimientos nocturnos de camiones abasteciendo a submarinos. Clemente Monchot, ex comisario de la Policía de Chubut, aseguró que desde Punta Rojas se suministraba combustible a estas naves durante la guerra.
Por otro lado, Enrique Lucero, quien prestó servicio militar en la zona, recuerda que en la Caleta Carolina, un puerto natural al sur de Camarones, se realizaban desembarcos y reabastecimientos para los submarinos nazis. “Hasta hace algunos años se podían ver los tanques de combustible vacíos”, afirma.
Incluso en 1999, Juan Cancelas, un antiguo poblador, reportó haber visto el casco de un submarino encallado cerca de Camarones. “En 1947 se veía claramente con la marea baja”, detalló.
Conclusión: ¿Mito o realidad?
Las evidencias siguen acumulándose, pero aún no se ha realizado una investigación oficial profunda sobre la posible presencia nazi en las costas argentinas. Mientras tanto, Abel Basti continúa sumando pruebas y testimonios que apuntan a que la historia de los submarinos alemanes en Sudamérica podría no ser solo un mito.
Este tema sigue despertando interés tanto en el ámbito académico como en el público general, lo que refuerza la necesidad de estudios exhaustivos que confirmen o descarten definitivamente la veracidad de estos relatos.
Con información de medios digitales.