El camionero Héctor Romero, el último hombre en cruzarse con María Cash, según acreditaron los investigadores a cargo de la reactivación del caso, fue indagado esta mañana, cerca de las 11.30 h, e imputado por el homicidio calificado por alevosía de la diseñadora. Es decir: para las autoridades, María fue asesinada. El ahora principal sospechoso de la desaparición se abstuvo de declarar, confirmaron fuentes del caso a Infobae.
La diseñadora de 29 años desapareció el 8 de julio de 2011 en la ruta 9/34, en la zona de Palomitas, provincia de Salta. Durante 13 años, la causa naufragó entre hipótesis que no pudieron ser corroboradas. La orden de captura de Romero fue ordenada por la jueza federal Mariela Giménez, tras un dictamen presentado por el fiscal general, Eduardo Villalba, quien planteó la existencia de una serie de indicios que ponen en duda la versión que dio Romero sobre su encuentro con Cash y lo colocan como principal sospechoso de su desaparición.
El único sospechoso por la desaparición de María Cash
Romero fue detenido ayer en la casa de una hija en el barrio Pereyra Rozas. Una vez leía la orden de captura, no dijo nada y fue trasladado a la sede de la Delegación Salta de la Policía Federal. En el procedimiento también participó Gendarmería.
Cerca de las 10.30 de este miércoles fue trasladado a la sede del juzgado. Minutos después se conoció que designó como abogado defensor a Fernado Díaz.
El día de la desaparición, el ahora principal sospechoso “levantó” en un camión Mercedes Benz blanco con acoplado y la leyenda “Catita” a la joven que hacía dedo a un costado de la Ruta Nacional N°34. El chofer dijo que llevó hasta un sector conocido como la Difunta Correa, en el Paraje Palomitas, y luego siguió camino.
El Cuerpo Especializado de Investigadores de la Provincia estima que miente sobre el desenlace que tuvo el episodio y que, las múltiples versiones que se sucedieron aportaron al desconcierto y beneficiaron la coartada del ahora principal sospechoso.
“Hubo quienes declararon haberla visto por la recompensa, otros porque realmente lo creyeron así, pero se registraron más de 4000 alertas de personas que dijeron haberla visto”.
La falta de colaboración del transportista (pese a que el caso había tomado repercusión pública no se presentó de forma espontánea a declarar), las contradicciones que, según los investigadores, tuvo durante sus testimoniales, la llamativa descripción que dio sobre Cash, la imposibilidad de realización de la maniobra que alegó hacer en la gruta de la Difunta Correa y la ruptura de patrones de conducta que registró el día de la desaparición son aspectos de la causa que acrecentaron las sospechas e impulsaron una serie de medidas. Entre ellas, intervenciones telefónicas.
Nuevas pistas
Fuentes del caso detallaron que el último 8 de julio, Romero y su hermano David tuvieron una conversación que resultó de interés para la investigación. Hablaron sobre la reactivación del caso. “¿Ha visto el quilombo otra vez de la hija de puta esa que se ha perdido?”, le habría dicho David a Héctor, según las fuentes. El chofer le respondió que estaba pensando en “eso” porque había sido un 8 de julio cuando “supuestamente” la había “levantado a esa” en la ruta, detallaron.
Luego, David aconsejó a su hermano en caso de que lo citarán: “Tenés que declarar lo mismo que has declarado”, deslizó. Héctor se despegó: “Yo nunca dije que era ella”. En sus declaraciones previas, el camionero había admitido que subió a una mujer en la ruta, pero negó haberle visto la cara “porque estaba despeinada y porque el pelo suelto le tapaba la cara”, aunque otros testigos detallaron que María Cash llevaba el pelo recogido.
Con información de Infobae