Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica inició el protocolo de transición conocido como Sede Vacante. El Vaticano queda bajo el control del camarlengo, el cardenal irlandés Kevin Farrell, encargado de custodiar los bienes de la Santa Sede junto a tres cardenales asistentes.
Mientras se desarrollan las ceremonias funerarias, el foco se traslada al cónclave, el sistema con el que se elige al nuevo Papa desde hace más de 800 años. Participan 138 cardenales con derecho a voto, todos menores de 80 años. La elección requiere una mayoría de dos tercios para que un candidato resulte electo.
Cónclave, el paso a paso para elegir al nuevo Papa
El proceso comienza con una misa en la mañana. Luego, los cardenales se encierran en la Capilla Sixtina tras la orden “extra omnes”. Desde ese momento, debaten y votan en secreto hasta alcanzar el consenso necesario. No se sabe cuántas rondas serán necesarias.

Durante cada votación, los cardenales escriben su elección en un papel. Tres escrutadores leen los votos, tres los recogen y otros tres los revisan. Si no se logra una mayoría, se repite la votación. Desde la ronda 34 en adelante, solo pueden votarse los dos más votados en la ronda anterior.
El humo que se eleva desde la Capilla indica el resultado. Si es negro, no hay nuevo Papa. Si es blanco, el mundo sabrá que la Iglesia tiene nuevo líder. La duración del cónclave es incierta. El más largo duró casi tres años en el siglo XIII.
Cuál es el requisito para ser elegido Papa
Los requisitos para ser Papa no imponen edad ni pertenencia al Colegio Cardenalicio, aunque todos los pontífices desde hace siglos han sido cardenales. Francisco fue elegido a los 76 años. Su antecesor, Benedicto XVI, tenía 78.

Actualmente, el Colegio Cardenalicio tiene 252 miembros, pero solo 138 pueden votar. Francisco nombró a 149 cardenales, más que Benedicto XVI (62) y Juan Pablo II (41). La composición refleja una Iglesia más diversa, lo que influirá en la elección.
Papables: ¿cuáles son los candidatos a papa?
Con divisiones teológicas profundas y una Iglesia católica cada vez más global, el próximo cónclave podría marcar el cambio de poder más dramático en la historia moderna de la Iglesia.
Tal como indica la frase “el que entra al Cónclave como papa, sale como cardenal”, ofrecer un listado de candidatos al trono de San Pedro es más un juego de azar, que de posibilidades ciertas de elección.
Sin embargo, en los últimos años tres corrientes internas de la Iglesia fueron perfilando líderes, posibles sucesores del papa Francisco.
- El establishment: son candidatos profundamente arraigados en la Curia, redes romanas y con habilidad para mantener la estabilidad. En este lo te los que más posibilidades tienen son los italianos Pitro Parolin y Matteo Zuppi, dos cardenales con verdedor poder en la Iglesia, aunque también aparecen Péter Erdö y Mario Grech.
- Los reformadores: son cardenales progresistas con visión franciscana. Están alineados con las reformas de Francisco: descentralización, justicia social y cercanía pastoral. En este grupo figuran Luis Antonio Tagle, Jean-Marc Aveline, Wilton D. Gregory y Fridolin Ambongo.
- Los tradicionalistas: son cardenales anti-Francisco y conservadores. Son los bendecidos por Benedicto XVI, enemigos del progresismo, ultraconservadores y defensores de la “Iglesia antigua”. Aquí aparecen Roberto Sarah, Raymond Leo Burke, Willem Jacobus Eijk, Carlo Maria Polvani.