La tortilla de papas es uno de los platos más representativos de la gastronomía española. Su sencillez y sabor han conquistado generaciones, convirtiéndola en un símbolo de la cocina ibérica. Cada 9 de marzo se celebra el día mundial de la tortilla de papas, una ocasión especial para homenajear su historia, variantes y tradición. Aunque su origen es motivo de debate, su presencia en bares, hogares y restaurantes demuestra su lugar privilegiado en la cultura culinaria.
La tortilla de papas destaca por su versatilidad. Se puede servir como plato principal, bocadillo o acompañamiento. Su preparación básica requiere pocos ingredientes: huevos, papas, cebolla, sal y aceite de oliva. Sin embargo, distintas regiones de España han desarrollado sus propias versiones.
El origen de la tortilla de papas ha generado distintas teorías. El historiador Javier López Linage sostiene que nació en 1835, durante la Primera Guerra Carlista. Según esta versión, el general Tomás de Zumalacárregui buscaba un alimento sencillo y nutritivo para sus tropas. Con ingredientes accesibles, logró crear un plato que satisfacía las necesidades de sus soldados en medio del conflicto.
Otra investigación, realizada por la periodista gastronómica Ana Vega en 2017, reveló documentos de 1767 que mencionan la tortilla de papas. Según estos registros, el plato ya formaba parte de la dieta en España mucho antes de la versión atribuida a Zumalacárregui.
¿Por qué se celebra hoy el Día Mundial de la Tortilla de Papas?
Cada 9 de marzo se celebra el día mundial de la tortilla de papas. Según la cadena de televisión española Euronews, la tradición se originó en una peregrinación al convento de Cubas de la Sagra. En el siglo XVI, los peregrinos solían hacer una pausa en Fuenlabrada, donde la mayoría llevaba tortilla para comer. Con el tiempo, la fecha quedó asociada a este plato.
La tortilla es mucho más que un simple plato. Representa creatividad, tradición y la capacidad de transformar ingredientes humildes en una delicia gastronómica. Su presencia en la cocina española y su reconocimiento internacional la convierten en un verdadero patrimonio culinario.
