Marlenne Abrile (*)
La migración de jóvenes hacia el exterior forma parte de la agenda social, económica y política actual, sin embargo, este fenómeno no es algo nuevo. Hace varios años que nuestro país está “sufriendo” la salida de jóvenes, tanto profesionales como no, hacia otros países con el objetivo de encontrar un “futuro mejor”.
Actualmente, los datos que se publicaron desde la Dirección Nacional de Migraciones a través del Acceso a la Información Pública, presentan que el número de jóvenes entre 18 y 30 años que abandonaron el país con motivo de “mudanza”, a través de la declaración jurada vigente desde el año 2020 que exigía indicar el motivo del egreso, fue de un total de 3.052 argentinos y argentinas de enero a julio del 2022. En el 2021 esa cifra fue de 6.313 y desde el 7 de septiembre del 2020 hasta el 31 de diciembre alcanzó los 2.222. Siendo un total de 11.587 los argentinos que emigraron desde septiembre del 2020 al 31 de julio del 2022.
El 70% de los jóvenes que deciden irse del país es porque no consideran que puedan desarrollarse como les gustaría en nuestro territorio. Un informe de la CEPAL al respecto plantea que los factores por los cuales los jóvenes deciden migrar son económicos, sociales y culturales, pero uno de los principales es el económico.
También existe la necesidad de alcanzar ciertos logros a través del cumplimiento de objetivos o metas personales en distintos ámbitos como ser: intelectual, material, artístico, etc. y este es un aspecto a tener en cuenta, a la hora de analizar este fenómeno.
Misiones, tierra de oportunidades
Nuestra provincia es una de las que posee la menor tasa de desocupación del país, presenta la segunda tasa de empleo más alta con el 48,1%, ocupando el primer puesto la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el 51,0%.
Datos del Ministerio de Trabajo de la Nación revelan que hubo un crecimiento del empleo registrado en nuestra provincia del 6,3% en el tercer trimestre del año 2022; 6.554 nuevos puestos de trabajo. En el segundo trimestre de 2022, Posadas alcanzó una tasa de desempleo del 2,6% (donde en el 2017 era del 5, 4%) y un 50,9% de actividad.
El mayor porcentaje de la población misionera está compuesto por jóvenes. Es por eso que el gobierno provincial ha diseñado e implementado políticas públicas en materia de educación para la formación académica, así como también de inserción laboral para que los jóvenes puedan proyectar su futuro dentro de nuestra provincia y no tengan que migrar hacia otros países.
Hoy en día los jóvenes nacen en un nuevo mundo, de lo digital y la tecnología, en donde su percepción de la realidad y del futuro es distinta. Con el objetivo de desarrollar nuevos empleos, se han diseñado distintos espacios para brindar capacitaciones tecnológicas y de programación como ser: Silicon Misiones, el Polo TIC, la Escuela de Robótica, los espacios Maker, etc.
Esto no es casualidad si no causalidad de un proyecto que se viene desarrollando hace 20 años, de pensar la provincia para cada misionero y misionera, donde puedan tener acceso a un derecho tan importante como es el de la educación, acompañándolo de herramientas innovadoras y tecnológicas, fundamentales para este nuevo mundo que estamos viviendo.
¿Por qué los jóvenes migran hacia el exterior?
En general quienes toman esta decisión se encuentran en una etapa inicial o incipiente de proyección de su futuro, donde en su lugar de origen no creen poder concretarlo y ven esto como una alternativa potencialmente exitosa.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es el denominado “efecto contagio” de quienes han logrado el “éxito” o han podido mejorar su calidad de vida en el extranjero ya que incentivan la movilidad de los jóvenes, más allá de la incertidumbre de si alcanzarán su objetivo o no.
La globalización hace que resulte evidente el sentido de movilización constante de los jóvenes en todo el mundo. Hoy en día con las redes sociales ocurre lo que se denomina el síndrome FOMO (Fear of Missing Out) “una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente” y hace que jóvenes de distintas edades busquen replicar esas acciones. En relación al fenómeno analizado, tomar la decisión de dejar su lugar de origen para desarrollarse en otro porque ven que un individuo lo hizo y “aparenta” haber tenido buenos resultados.
Tal es así, que uno de los factores que considero indispensable es la percepción que tiene cada individuo de la realidad, con sus normas, objetivos culturales y capacidades socialmente estructuradas para el cumplimiento de sus logros y expectativas.
La oportunidad está en cada uno; depende de cada persona, la decisión que tomará para cumplir con su proyección de futuro.
(*) Licenciada en Ciencias políticas egresada Universidad Catolica Argentina
