
El Gobierno nacional ha implementado un plan de gestión que incluye la paralización de obras públicas y la reducción de subsidios a los servicios. Ante esta situación, existen dos caminos: paralizarse en la queja o avanzar con determinación, con la convicción de que la gente está en el centro de las políticas públicas.
En este escenario, las inversiones provinciales cobran un rol fundamental para garantizar el desarrollo y la calidad de vida de la población. La continuidad de proyectos financiados con recursos provinciales no solo permite sostener el empleo y la actividad económica, sino que también refuerza la infraestructura crítica en sectores clave como energía, vialidad y saneamiento.
En Misiones, el compromiso del Gobierno provincial con el crecimiento y la modernización se refleja en la ejecución de numerosas obras estratégicas que aseguran el acceso a servicios esenciales para miles de familias. Estas inversiones permiten que la provincia siga avanzando en su autonomía energética, en la mejora de la conectividad vial y en la optimización de la infraestructura urbana y rural.
Uno de los sectores donde se evidencia con mayor claridad el impacto de estas obras es el energético. A pesar del aumento sostenido de la demanda y de las condiciones climáticas extremas, el sistema interconectado provincial ha logrado responder con solidez, evitando los apagones masivos que afectaron a otras regiones del país. Esto es resultado directo de una planificación a largo plazo y del esfuerzo en modernización tecnológica, incorporación de nuevas infraestructuras y mantenimiento continuo de las redes eléctricas.
Entre las obras destacadas que están finalizadas o en ejecución podemos detallar la puesta en marcha de la Estación Transformadora Máximo Paz (Posadas), la Estación Transformadora de Garupá, la Estación Transformadora de Itaembé Miní, la Estación Transformadora de Wanda, la Estación Transformadora de Apóstoles, la etapa 1 de la Estación Transformadora de Puerto Iguazú y la Estación Transformadora de la ruta 213, todas ellas con transformadores de 44 MVA que son los de mayor tamaño y potencia, y que cuestan unos tres millones de dólares por unidad.
También están en marcha importantes nuevos tendidos y subestaciones, algunos de los cuales tuvieron compromiso de financiamiento nacional pero cuyo costo hoy asume la provincia. La línea de 33 kV San Vicente-El Soberbio tiene un 75% de avance, la línea de 33 kV San Pedro/San Vicente un 58% de avance, la línea de 33 kV y subestación Pto. Esperanza tienen un 35% de avance. También continúan en obras la ampliación de la Estación transformadora de San Vicente, la Subestación de Dos Hermanas, la Subestación Rotonda de comandante Andresito, el cambio de postación de la línea de 33kV Eldorado-Pozo Azul, la línea de 33kV Leoni/Mineral, la nueva SET Paraíso (El Soberbio) y la línea nueva de media tensión San Vicente-Andresito, sólo por nombrar algunas de las obras troncales que se suman a la decena de obras de ampliación de potencia y mantenimiento en líneas de media y baja tensión, donde cambiamos transformadores de mayor tecnología, postes de madera que se reemplazan por hormigón y cables desnudos que reemplazamos por ensamblados.
Estas inversiones no solo refuerzan la seguridad del sistema eléctrico, sino que también generan un impacto positivo en la economía local con proveedores locales.
En un contexto desafiante a nivel nacional, donde la falta de inversión centralizada ha puesto en riesgo numerosos proyectos, Misiones demuestra que con gestión eficiente y planificación estratégica es posible continuar avanzando. Elegimos no quedarnos en la paralización y la queja. Elegimos solucionar las necesidades de infraestructura. Elegimos sentar las bases para un desarrollo sustentable a futuro. Elegimos seguir creciendo.