El trabajo lo lleva adelante un equipo del INTA Cerro Azul. Estudia las formulaciones de los sustratos para plantines para potenciar la producción. Trabajan en la mejora del manejo dentro del vivero.
Para mejorar la calidad de los cultivos de la yerba mate, el INTA de Cerro Azul trabaja en el estudio de sustratos para plantines. Los resultados de estas investigaciones aportan ventajas operativas en los cultivos. El sustrato es uno de los insumos principales en el vivero de plantines de yerba mate, que sirve de anclaje a las raíces. Debe presentar propiedades físicas y químicas determinadas que ayuden a lograr un manejo correcto dentro del vivero. Entonces, cuando se riega y fertiliza se logrará mayor calidad y aptitud para llevarlos a campo.

Lorena Alejandra Bárbaro, investigadora del INTA Cerro Azul, explicó que los plantines de yerba mate se producen en viveros. La etapa inicial es la obtención de plántulas a partir de esquejes, mini esquejes o semillas.
En el caso de las semillas, cuando la plántula presenta los cotiledones desplegados hasta un máximo de cuatro hojas, se replica en macetas, tubetes o bandejas alveoladas con sustrato. Luego, en el vivero los plantines se ubican bajo media sombra, regados y fertilizados. Permanecen en ese lugar hasta la obtener una unidad en condiciones para llevarlo a campo.
Genera las propiedades adecuadas
Con el fin de mejorar la calidad de los plantines, se evaluaron las formulaciones de sustratos para hallar los rangos adecuados para las propiedades físicas específicas. El objetivo es que aseguren el adecuado suministro de agua, aire y nutrientes.
Para que estas funciones se cumplan, según Bárbaro, el sustrato debe formularse con uno o más componentes. Así, proporcionarán las propiedades químicas y físicas adecuadas.
Entre las propiedades químicas, se destaca el pH y la conductividad eléctrica. “Es recomendable que el sustrato tenga un pH ligeramente ácido (5,3 a 6,5), para que los nutrientes se encuentren disponibles. Y una conductividad eléctrica baja, para que no existan problemas de toxicidad por sales”, puntualizó la investigadora.
Actualmente, el sustrato más utilizado en un vivero de plantines de yerba mate es el que se elabora a base de compost de corteza de pino. Por ello, “se evaluaron formulaciones con este componente y diferentes proporciones de turba de Sphagnum para incrementar la capacidad de retención de agua”, indicó Bárbaro. La turba puede reemplazarse por otro componente que aporte propiedades similares como la fibra de coco u otro compost.
Condiciones para producir
Las conclusiones del trabajo indican que, para producir plantines de yerba mate en las condiciones mencionadas, se requieren las siguientes propiedades físicas:
- Un espacio poroso total: mayor a 85 %.
- Una capacidad de retención de agua (CRA) igual o menor a 55 %.
- Una porosidad de aireación (PA) mayor o igual a 35 %.
- Una relación CRA/PA entre 1 a 1,6,.
- Un índice de grosor mayor o igual a 60 %.
- Una densidad aparente menor o igual 200 kilos por metro cúbico.
Los resultados, obtenidos por el INTA Cerro Azul, permiten tener una mayor orientación e interpretación de los análisis del sustrato. Como también de componentes realizados en el laboratorio de sustratos. Estos ayudan a tener un manejo correcto dentro del vivero, cuando se riega y se fertiliza, para lograr plantines de yerba mate de mayor calidad.