Con la puesta en marcha del mayor molino yerbatero del país, Comandante Andresito se convierte en el principal polo de industrialización de yerba mate de la Argentina. La nueva infraestructura fortalece la economía regional y empodera a pequeños y medianos productores. Esto les brinda la posibilidad de envasar su producto con marca propia y sin depender de grandes empresas.
En declaraciones a Canal12misiones.com, el productor Orlando Machado, radicado en Andresito desde 2008, explicó el impacto directo que tendrá este desarrollo en el eslabón más vulnerable de la cadena:
“Para los medianos y pequeños productores, esta herramienta es un gran avance. Permite inclusive envasar con marcas propias, algo fundamental hoy en un contexto donde los grandes monopolios abusan de su posición dominante”.

El molino tiene capacidad para procesar 10 millones de kilos anuales, con galpones de estacionamiento que permiten almacenar yerba y mejorar su calidad. Al respecto, Machado aseguró:
“Es una planta muy moderna, la conozco bien y será esencial para defender los intereses del pequeño productor”.
Fin a la intermediación, impulso a marcas propias
Uno de los aspectos más destacados del nuevo molino es que reduce la necesidad de intermediarios en la cadena productiva, lo que permite a los productores mejorar su rentabilidad y acceder directamente al mercado.
“Imaginemos que cinco o diez productores puedan envasar su yerba con marca propia. Ahí tenés la herramienta. Esto evita estamentos de la cadena que encarecen el producto final”, explicó el productor.
También remarcó que la estructura del molino permite no solo el empaquetado, sino también el almacenamiento en condiciones óptimas. Esto facilita la consolidación de nuevas marcas y la expansión a otros mercados:
“Podés empaquetar, dejar estacionar tu yerba y salir al mercado con tu identidad. Es clave para mejorar los precios, que hoy están muy bajos. Ojalá permita llegar a los 350 pesos por kilo de hoja verde, lo que pedimos como base”, afirmó el yerbatero.

Apertura a nuevos mercados y mirada internacional
Además del impacto local, el molino de Andresito también abre posibilidades a la exportación. Machado destacó la función clave del INYM en ese proceso, a pesar de la incertidumbre actual:
“Los mercados de Medio Oriente tienen un potencial enorme. El INYM cumplía un rol clave en las misiones comerciales. Es una lástima que el Gobierno Nacional lo haya desfinanciado, porque el control de calidad es fundamental para competir afuera”.
Machado sostuvo que el molino está pensado para dar lugar a todos los productores de la zona. “Hay lugar para todos. Este molino nació para atender al pequeño productor, algo que no existía hasta ahora. Es una obra conjunta entre los productores y el gobierno provincial”, sostuvo.
Con esta infraestructura, Misiones fortalece su rol como epicentro de la producción yerbatera y promueve un modelo de desarrollo con identidad, valor agregado y justicia para el sector más postergado de la cadena productiva.
© Foto de portada por Sixto Fariña – Canal 12.