Cada vez más son los países que advierten los daños que genera un herbicida como el glifosato. Este agroquímico que provoca enfermedades a los seres humanos y animales, y que además acelera el proceso de otras patologías, presenta una nueva denuncia tras estudios realizados. Un reciente informe del tercer monitoreo ciudadano sobre pesticidas en alimentos reveló que el 47% de las frutas y verduras evaluadas en cinco ciudades de Perú contenían niveles elevados de agroquímicos.
Se trata de un herbicida catalogado como posible cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y prohibido en varios países. A pesar de estas restricciones internacionales, sigue siendo utilizado en campos de cultivo peruanos. El ingeniero agrónomo Luis Gomero Osorio señaló: “Lamentablemente, este herbicida está abandonado en áreas agrícolas y se aplica sin control alguno, representando un riesgo para quienes lo manipulan y para quienes consumen los productos”.
En un recorrido por el Valle Chillón, se documentó cómo se aplican estos químicos en las hortalizas y frutas que terminan en los mercados limeños. Los trabajadores del campo, sin equipo de protección como guantes, botas o mascarillas, manipulan estas sustancias tóxicas directamente. “No solo están dañando su propia salud al exponerse de esta manera, sino también a quienes consumen los productos. Personas vulnerables, como niños, gestantes o pacientes con enfermedades crónicas, son las más afectadas”, destacó la nutricionista Sara Abu Sabbah.
El riesgo de los envases
Otra cuestión que se advierte es que el problema no termina con la cosecha en Perú. Los envases vacíos de plaguicidas son abandonados en acequias, ríos o cerca de los cultivos, generando contaminación ambiental. Además, según los especialistas, los residuos de estos químicos pueden permanecer en los alimentos incluso después de un lavado exhaustivo.
Cabe mencionar que entre los riesgos para la salud se encuentran daños en el hígado y los riñones, problemas reproductivos, alteraciones en el microbioma intestinal y un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Estas conclusiones se basan en una sólida evidencia científica revisada por expertos y publicada en prestigiosas revistas científicas.
Con información de Canal 26 e Infobae.