Ell método de cultivo orgánico está dentro de las prácticas agroecológicas que cada vez más productores replican, de la mano con resultados satisfactorios. Tal es el caso de Mariano Cachuka, un productor de Apóstoles que le devolvió la vitalidad a su yerbal luego de algunas temporadas de trabajo orgánico y diversificación de la chacra.
“Estoy restaurando un yerbal de más de cien años, herencia de mis tatarabuelos. Con abono orgánico de base y bioinsumos lo pude hacer bien”, indicó el productor que dispone de yerba mate y citrus, entre otros cultivos, en diálogo con Canal 12.
Además, hizo mención al notorio resultado de recuperación de su chacra luego de implementar estas prácticas agroecológicas. “Para graficarlo de alguna manera, pasé de uno a ocho. Es un cambio tremendo”, señaló.
Agregó que con los bioinsumos “ayudó mucho a la yerba. Las plantas se mantuvieron incluso con las sequías. Luego de algunos meses, ni parecía que pasó eso a comparación de vecinos que tenían lo mismo”, afirmó.
Así como Mariano Cachuka, son cada vez más productores que replican el modelo orgánico de cultivos y que ven en la utilización de bioinsumos, resultados favorables inmediatos.
Las prácticas agroecológicas y sus beneficios
Las prácticas agroecológicas ofrecen numerosos beneficios tanto para el ambiente como para los productores y las comunidades. A continuación, se detallan algunos de los principales beneficios de aplicar agroecología en los cultivos:
1. Mejora de la biodiversidad
La agroecología promueve la diversificación de cultivos, lo que aumenta la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas. Esto ayuda a controlar plagas de forma natural, mejora la polinización y favorece la salud general del entorno, contribuyendo a sistemas agrícolas más equilibrados y resilientes.
2. Conservación del suelo
Las prácticas agroecológicas, como la rotación de cultivos y el uso de abonos orgánicos, mejoran la estructura y fertilidad del suelo. Estas técnicas aumentan la retención de agua, reducen la erosión y fomentan la regeneración de los suelos, asegurando su salud y productividad a largo plazo.
3. Reducción de la dependencia de químicos
Al sustituir los fertilizantes y pesticidas sintéticos por métodos naturales, como el uso de bioinsumos, la agroecología reduce la contaminación del agua y los suelos. Esto contribuye a la sostenibilidad de los cultivos, disminuye los costos y protege la salud humana y ambiental.
Estos tres aspectos reflejan cómo la agroecología promueve sistemas más sostenibles, saludables y resilientes.
Foto destacada: Lautaro Barrientos.