El cadete misionero Fernando Cáceres, de la Universidad de las Fuerzas de Seguridad de Misiones, obtuvo la medalla de plata en un torneo internacional de ADCC. La competencia, reconocida mundialmente, llegó por primera vez a Argentina y permitió que el joven luchador se destacara en una disciplina que apenas había comenzado a entrenar.
Cáceres siempre practicó judo y jiu-jitsu, pero ingresó al mundo del grappling con la llegada del ADCC al país. “Es un torneo de primer nivel, originario de Abu Dabi”, explicó. En esta modalidad, los combates se centran en derribos, retenciones y sometimientos sin golpes de puño.
De los entrenamientos a la gran final
El cadete comenzó a entrenar grappling hace dos meses. “Siempre competí en judo, pero decidí probar sin judogi”, comentó. En esta modalidad, los agarres no incluyen kimono y se utilizan técnicas de entrelazamiento de brazos y articulaciones.
Su primera experiencia en el ADCC fue un torneo en Encarnación. “Pensé que no me iba a ir bien, pero quería sumar experiencia”, admitió. Pese a su preparación improvisada, enfrentó a 14 competidores en la categoría de iniciantes, con menos de 91 kg.
Cáceres ganó tres combates seguidos y avanzó a la final. En el último duelo, cayó ante un luchador peruano de gran potencia. “Se me escapó por tres puntos, pero pude traer la medalla de plata a la provincia”, contó con orgullo.
Sacrificio y aprendizaje en la competencia
El cadete destacó la satisfacción de haber logrado un gran desempeño en tan poco tiempo. “Sólo los que están en esta disciplina saben el sacrificio que se hace. No tuve vacaciones, entrené sin descanso”, subrayó.
La competencia le dejó enseñanzas importantes. “Mis primeros rivales me superaban en fuerza, pero aprendí a mantener la frialdad en la lucha”, explicó. Aplicó técnicas del judo y el jiu-jitsu para contrarrestar la potencia de sus oponentes.
Cáceres también resaltó la importancia del entrenamiento físico y la alimentación. “Lo técnico es clave. Sin estrategia, no se puede ganar”, concluyó. Su desempeño en el ADCC marcó el inicio de una prometedora carrera en esta disciplina.