Fue por 3 a 0 ante el conjunto europeo, con un nivel superlativo de todas las líneas. El capitán argentino abrió el encuentro de penal y el ex River tuvo su jornada consagratoria con dos tantos.
La Scaloneta es ese equipo que enamora, que hizo que propios y extraños se vuelvan a identificar con un combinado de fútbol. Es ese grupo humano que supo sufrir sofocones, construir desde el trabajo y escalar hasta lo más alto. Esta tarde para nuestro país, esta noche desde Qatar, el seleccionado argentino de fútbol se impuso con autoridad ante la complicadísima Croacia por 3 a 0.
En cuanto al 10 argentino. ¿Qué más queda por decir? Llegar a la conclusión de que el mejor Messi es el último, el actual, el que entiende todo. El que, limitado físicamente por el desgaste o por algún que otro golpe, sabe reinventarse para ser el mejor futbolista del planeta y, por qué no, de la historia. El martes 13, nuevamente, fue gravitante y fundamental en el triunfo del seleccionado nacional. Fue él, otra vez, quien abrió la cuenta de penal en la primera etapa con un zurdazo inalcanzable para el arquero croata.
Julián Álvarez puso el 2 a 0 con una jugada individual digna de Mario Kempes en el 78. El mismo Álvarez selló las acciones tras una apilada de Messi al correr 60 metros. Así logró el tercer tanto. El equipo estuvo sólido en todas sus líneas y golpeó en el momento justo para inclinar las acciones.
¿El Premio? Disputará la final de la Copa del Mundo Qatar 2022 ante el vencedor de Francia y Marruecos.
Sexta final
El seleccionado argentino aseguró este martes su sexta participación en la final de la Copa Mundial de la FIFA, luego de eliminar a Croacia, subcampeón vigente, en una de las semis de Qatar 2022 disputada en el Estadio Lusail.
La definición del domingo próximo a las 12:00 ante Francia o Marruecos será la segunda de la era de Lionel Messi, quien buscará su revancha tras perder con Alemania en el tiempo extra del último partido de Brasil 2014.
Bajo el mandato de Alejandro Sabella, la Selección jugó aquella tarde en el Macaraná de Río de Janeiro una final a la que no llegaba hacía 24 años cuando también Alemania le ganó por 1-0 en Italia ’90.
