Un deporte de alto rendimiento, en donde el caballo y el jinete deben tener óptimas condiciones físicas y psicológicas para competir.
Jardín América fue sede de la séptima fecha del Endurance Ecuestre, donde niños de diversas edades se encontraron con sus caballos para competir “No es una carrera contrarreloj, gana el que llega primero y su caballo baja su ritmo cardíaco a las pulsaciones que están autorizadas, o sea que el animal tiene que estar a 56 pulsaciones para darle el tiempo de llegada. Lo que importa en esta competición es la salud del animal” destacó Gerardo Calogero, delegado de la Federación Ecuestre Argentina.
El Endurance Ecuestre es un deporte de alto rendimiento, donde el caballo y el jinete tienen que recorrer largas distancias a través de diversos terrenos y con límites de tiempo. Para poder lograr esto, el jinete debe de tener la habilidad de graduar el esfuerzo del caballo para que llegue a un ritmo cardíaco reglamentado y llegar a altas velocidades como parte de las exigencias de la competición.
Existen varias categorías en diferentes etapas:
-Endurito: 1-25km
-Promocional: 40-60km
-Novicios: 40km
-CEN: 80-160km
La prioridad: el cuidado del animal
“Nos aseguramos del estado del caballo, principal objetivo del deporte. Una vez que se completan diferentes etapas, dependiendo de las distancias que recorre el animal, tiene un periodo de recuperación en el cual se los hace descansar, se los hidrata y refrigera con agua fría en el lomo y se les da de comer. De aquí entran a lo que es el control veterinario en donde le medimos las pulsaciones, después revisamos su sistema músculo-esquelético a través de un trote en una pasarela de 40 metros ida y vuelta. Si todo está dentro de los parámetros reglamentados, el caballo puede pasar a la siguiente etapa de la competición”, añadió
Una disciplina que día a día va ganando muchos adeptos que buscan acercarse más a la naturaleza misionera y a su protagonista valiente y fuerte.
G.G
