…aunque sean todos iguales, este domingo es el más lindo. Cumplimos la primera semana fuera de casa y la Selección nos regaló lo más esperado.
*Por Emiliano Andreoli
Cambian el ánimo, el ímpetu, la forma de mirar al caminar. Elevan el ánimo, ayudan con la distancia, dan sentido al sacrificio y motivan. Eso hacen las victorias. Más las de la Selección Argentina. Ojo, en estas páginas de canal12misiones.com nunca se leyó pesimismo sobre el combinado albiceleste, porque acá la idea es otra. Cubrir con la mirada hacia arriba y la esperanza intacta es el objetivo, siempre apuntando a la mejora y superación. Quizá tenga que ver con que salimos de una provincia que hace exactamente lo mismo.
A contrapartida de lo que veníamos haciendo, este sábado fue difícil despegarse del fútbol. Todo giraba alrededor de la final anticipada que Argentina se jugó, y ganó, frente a México. La confianza de los aztecas chocó contra una pared de realidad. La realidad que te brinda tener al mejor. A ese que, aunque esté flojo en los tiros libres, tiene una y la aprovecha. La realidad del recambio y el renacimiento de un tiempo a otro. La contractura en la espalda que nos dejó el primer tiempo seguramente pasará si hay más tiempos como el segundo.
Las reglas que cambian
En el medio de nuestro sábado e inicio de domingo estuvo la previa, el calor de la gente y los contratiempos del ingreso. Las reglas van cambiando, o quizá depende del Policía que te toque a la hora de ingresar al imponente Lusail. Por momentos fue preocupante, por otro nos obligó a largas caminatas en búsqueda de la solución y por último un descubrimiento. FIFA, que piensa en todo, tiene espacios de lockers para guardar cosas que al estadio no pueden ingresar. Más arriba se lee que las reglas cambian, y tiene que ver con que en el primer partido, a Lusail entramos con mochila puesta, micrófono en mano y todo el material para las distintas coberturas. A éste no.
De repente nos topamos con un policía keniata que se puso firme con la negativa. Tras 15 minutos de charla, o intento entre dos que mucho inglés no manejan, la misión fue otra: Guardar la mochila en uno de esos lockers en tiempo récord. Entrar sólo con lo puesto y trabajar, alentar y sufrir como se podía. Lo hicimos.
Sufrimos, nos contracturamos con el primer tiempo, desahogamos con el segundo y, como si estuviese dentro de la cancha, sumamos tres puntos clave para esta Copa del Mundo. Como antes, depende de Argentina el pase a octavos. Y esa será una nueva misión por cumplir el miércoles en el 974, un estadio para apenas 40 mil personas, por lo que muchos argentinos (esperamos no ser uno de ellos), lo van a mirar desde afuera.
¿Y a la salida?
Intenté contenerme. Pensé dentro mío que no tenía que pasarme de la raya en el festejo, que a la salida tenía que buscar mis cosas y hacer notas post partido. Lo intenté y casi lo logro. Dos canciones, un brazo agitado y a correr en búsqueda del Locker 4. Lo vi al fondo de un playón grande como el Parque de la Ciudad de Posadas. Corrí, me retaron, seguí. Llegué. Era el 2. “El 4 está al final de la calle y a la derecha”. Dos kilómetros más.
Qué calientes los mexicanos
El 2 a 0 fue hermoso. Sufrir para después disfrutar debe ser el combo más agradable del futbolero. Las dos selecciones se jugaron mucho en el partido de la segunda fecha. Ya la victoria de Polonia frente a Arabia era una realidad y la premisa sin dudas era sumar de a tres. Lo logró Argentina y no se lo bancaron los mexicanos.
A la salida busqué testimonios de fanáticos. Me acerqué por lo menos a 10 que ni contestaron. Un grupo de cuatro sí lo hizo, pero con una nula predisposición.
Esto sigue
A la hora de esta redacción Argentina ya entrenó en su predio de la Universidad de Doha. Acá va pasando el mediodía mientras en nuestro país arranca la mañana. Domingo, día de descanso, de disfrute y de bajar los cambios que subimos ayer. Argentina, por suerte, aceleró a fondo para meterse de lleno en este “nuevo Mundial”, tal como declaró el 10. El que siempre está.
*Enviado especial de canal12misiones.com
