El púgil argentino fue asesinado de un balazo en el corazón a sus 33 años en un burdel de Reno, Nevada, Estados Unidos. Fue despedido por 150 mil fanáticos en el Luna Park y sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita.
El 22 de mayo de 1976 el boxeador argentino Oscar Natalio Bonavena fue asesinado en Estados Unidos, por Willard Ross Brymer, matón de un gangster llamado Joe Conforte, el dueño del prostíbulo “Mustang Ranch” de la ciudad de Reno. Entre sus logros deportivos, uno de sus combates más importantes fue con Muhammad Alí el 7 de diciembre de 1970, en el Madison Square Garden de Nueva York, donde cayó en el 15 round por Knock-out técnico.
Bonavena era un ídolo para los argentinos, nació en Parque Patricios, apodado “Ringo” por analogía con el flequillo del baterista de Los Beatles (Ringo Starr). Entre sus 67 peleas obtuvo 57 victorias, nueve derrotas y un empate.
Peleo de igual a igual con los mejores boxeadores de su tiempo, entre ellos Zora Folley, Leotis Martin, George Chuvalo, Karl Mildenberger, Ron Lyle y campeones del mundo: Joe Frazier, Jimmy Ellis y Muhammad Alí, ante quien generó un acontecimiento irrepetible en la historia de la televisión argentina registrando los 79.1 puntos de rating.
También, se desempeñó como cantante no profesional y llegó, incluso, a grabar la canción “Pio Pio Pa” junto a la bana uruguaya Los Shakers.
El boxeador fue despedido por 150 mil fanáticos en el Luna Park y sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita. En el Club Huracán está inmortalizada una estatua que tiene una altura de tres metros y veinte centímetros (con un pedestal de un metro) y pesa 450 kilos.
Además, la historia del boxeador argentino de peso pesado se cuenta en la nueva serie Ringo. Gloria y muerte, que se estrenó el 24 de marzo y está disponible en la plataforma Star+. Sus orígenes, ascenso y caída son explorados en esta producción biográfica que protagoniza Jerónimo Giocondo Bosia.
Una remera histórica
En 1974, Oscar Bonavena posó para las cámaras con una remera que decía: “The Malvinas are Argentina’s”. Con ella recorrió varios países, como una forma de aprovechar su gran exposición mediática para sumar su aporte al histórico reclamo de soberanía sobre las islas.
La imagen de Ringo quizá es una de las más conocidas, pero no es la única que vincula a algún deportista con la defensa de la soberanía argentina.
