El defensor de Vélez, Valentín Gómez, nuevamente atraviesa un regreso obligado al club tras su frustrado pase al Udinese de Italia. Sin pretemporada, y con apenas unos pocos entrenamientos, saltó a la cancha para defender la camiseta del Fortín en el último partido contra San Martín de San Juan.
Luego, consumada la victoria por 1 a 0, cuestionó frente a los micrófonos de la transmisión oficial a los dirigentes velezanos. El presidente Fabián Berlanga le respondió al jugador. Y, en las últimas horas, el joven defensor retomó las críticas, al ser entrevistado por TyC.
Así, se refirió a su pase caído a River en el 2024. En diversas ocasiones, el Millonario intentó quedarse con los servicios del defensor central, con una gran proyección a futuro. Pero en julio de 2024 cuando parecía que estaban avanzadas las negociaciones se sometió a la revisión médica de rutina y todo se diluyó.
Allí, los estudios arrojaron que Valentín Gómez tenía problema en uno de sus meniscos. Esto provocó que el City Group desistiera de su incorporación y, por ende, River también se quedó sin su refuerzo.

Las críticas de Valentín Gómez
Durante las últimas horas, el central de 21 años, volvió a criticar a la dirigencia de Vélez. Consideró que trabaron intencionalmente todos sus intentos de emigrar del club.
“No sé por qué me inventaron una lesión, con qué motivo, dijeron que tenía algo en el menisco y no fue así. En su momento me hubiera gustado que Vélez, de la misma manera que sacó un comunicado ahora, hubiese hecho lo mismo”, señaló.
Cabe destacar que la operación de River no fue la única que se cayó en los últimos mercados de pases. Luego de que Vélez saliera campeón de la Liga Profesional 2024, Valentín Gómez tenía todo dado para marcharse al Udinese de Italia por intermedio de Foster Gillett, pero el Fortín y el empresario nunca cruzaron los papeles, pasaron los días y la operación se terminó cayendo. Además, su fichaje a Cruzeiro también se vio truncado por los constantes cambios que introducía el equipo de Liniers en sus condiciones.
Sobre su frustrado pase a Italia, cuestionó que “no me permitían entrenar a contra turno, nunca pedí entrenar con el plantel de Udinese. Quería ser jugador de fútbol por un rato. La dirigencia de Vélez no me dejó entrenar. No me mandaba el permiso”.
“Solamente era ir a la cancha y ponerme los botines. Estaba solo. No me daban ninguna explicación. Hablaba con mi papá, con gente de mi entorno. Y hasta el último día, Vélez hablaba con Foster. No me escapé a Italia. No es una verdad. Al mismo tiempo de lo mío, estaban intentando arreglar lo de López Muñoz”, apuntó.
A lo que sumó: “Íbamos con una persona que me entrenaba, hacía unos trotes. Era una cancha. Totalmente amateur. Llegué a no sentirme jugador de fútbol. No me ponía los botines, no tenía ropa para entrenar. No era jugador de Vélez ni del Udinese y estaba en el medio de todo. Vivíamos el día a día sin saber qué iba a pasar”.
En relación al pase caído a Cruzeiro, contó: “Ahí no se da por lo mismo. La oferta de Cruzeiro era menor a lo que Vélez pretendía en cuanto a las cuotas. Vélez quería achicar el plazo de dos años, lo entendimos. Mi entorno habló con Cruzeiro, conseguimos que bajen una oferta de más plata de 8.5 millones netos para Vélez. No sé qué pasó en el club, una desorganización, que dejaron de responder el teléfono”.
“Vélez fue tirando, cambiando las maneras, formas de pago. Fue cambiando todo. Cuando Cruzeiro dio el ultimátum, se dio vuelta todo. Se me había frustrado una venta. Si llegaba una oferta de siete millones, me iban a vender. Vi los mensajes del director deportivo del Cruzeiro cuando dio el ultimátum. Así fue, retiraron la oferta”, completó.