Los comerciantes correntinos volvieron a sentir la falta de políticas públicas que contribuyan a mitigar la compleja situación económica que vive el país. Pocas gente y menos opciones en los centros comerciales.
La economía correntina parece no detener su caída y los comerciantes se mostraron preocupados por la baja brutal en las ventas de cara al día de la madre. Mucho más “gasoleros” que nunca, los correntinos apostaron a la bijouterie, ramos de flores y “tuppers”, que fueron de los más buscados para saludar a las mamás.
La peatonal Junín de la capital correntina tuvo movimiento ayer por la tarde pero los comercios en su interior estaban en un 70% casi vacíos, sobre todo en los locales de indumentaria y electrodomésticos. En 2021 las ventas fueron significativamente mejores, a pesar de los miedos persistentes por la pandemia de Covid-19 aún latentes, según los comerciantes que apuntan a los gobiernos nacional por la inflación y al provincial por el desempleo y la escasa tasa de inversiones en la provincia.
“El gobernador está más preocupado por hacer sociales que por gobernar”, se despachaba un vendedor de una reconocida casa de electrodomésticos ayer mientras contaba que las ventas de este año no alcanzaron a la mitad en términos nominales a las del año pasado para la misma fecha.
Los correntinos se limitaron a invertir lo mínimo posible para el regalo y proliferó la venta de artículos de bajo costo, en un año difícil para la economía local. El Día de la Madre representaba para el sector comercial correntino la segunda fecha más importante del año en cuanto a ventas después del combo Navidad y Año Nuevo.
