El Gobierno Nacional continúa la estrategia de privatización de 11 empresas estatales, de las cuales la mayoría continúan dejando números en rojo. Las propuestas de transformación son: venta mediante concurso público internacional, concesionadas o liquidadas.
El juego de las privatizaciones sigue dando de qué hablar en el marco nacional, mientras el Gobierno del mandatario Javier Milei, realiza la tarea de “reestructuración empresarial”, todavía no está claro el plan de negocios que aplicará para las 11 empresas estatales. Las posibilidades del mandatario son pocas, ya que los números de buena parte de las compañías estatales están en rojo y desde la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado advierten que es necesario reducir los gastos operativos de estas firmas.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre con AYSA, la empresa encargada de proveer los servicios de agua y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense. En 2023 recibió del Estado $285 mil millones para cubrir sus gastos y su resultado financiero.Sin esas transferencias el resultado final era -$699.255 millones.
En el Gobierno dicen que hay un menú de alternativas: algunas serán vendidas mediante concurso público internacional, otras serán concesionadas y un puñado podría terminar en manos de las provincias. Otras, directamente, se liquidarán, como ocurrió con la agencia de noticias Télam.
Milei busca acelerar a fondo la privatización
Asediados por los gremios y las protestas, Milei plantea acelerar las privatizaciones comenzando por Aerolíneas Argentinas. En la habitual mesa parlamentaria que encabezan en Casa Rosada con aliados del PRO y el MID, se espera que el Gobierno delinee una pronta estrategia para vender la aerolínea, un proyecto de ley que aguarda en el Congreso tras el fracaso de lograrlo mediante el capítulo de privatizaciones de la Ley Bases.
Según destacaron algunos medios nacionales de fuentes oficiales, el plan es que en octubre empiece a debatirse en comisiones el proyecto que impulsó el diputado del PRO, Hernán Lombardi. La medida se reactiva luego de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunciara que ya iniciaron “conversaciones con varias empresas privadas latinoamericanas para que se hagan cargo de la operación Aerolíneas en caso de que continúen las extorsiones de los gremios”.
Las cuentas en rojo
Por otra parte, el listado de empresas deficitarias tiene a Aerolíneas Argentinas (AA) al tope, con números en rojo por unos $385 mil millones en 2023. Otro de los casos es el del Correo Argentino, que a lo largo de 2023 recibió del Estado $84.466 millones. En los números, la firma arrojó un resultado positivo de $13.144 pero esta gestión entiende que sin los aportes del Estado hubiese dado un déficit de unos -$71.322 millones (déficit).
Lo mismo ocurre con el resto de las compañías sujetas a privatización, como el caso de Radio y Televisión Argentina S.E, que sin los $34.347 millones que recibió del Estado durante el último año de la gestión de Alberto Fernández hubiese arrojado unos -$32.883 millones de déficit. La única empresa sujeta a privatización que arrojó superavit es Nucleoeléctrica Argentina S.A, con un total de saldo a favor por $320 mil millones.
El listado de compañías en rojo se completa de la siguiente manera: Energía Argentina S.A (-$ 1.012.483 millones); Intercargo SAU (-$112 millones de pesos); Belgrano Cargas y Logística S.A. (-$65.344 millones de pesos); Sociedad Operadora Ferroviaria (-$389.490 millones); Corredores Viales (-$61.479 millones); Yacimiento Carbonífero Río Turbio (-$ 50.976 millones).