Me llamo María Inés Rebollo, soy fundadora-presidente de la Fundación Emocionar, y hoy quiero compartir con ustedes una historia que nos llena de orgullo y esperanza. Hace seis años, el 16 de agosto de 2018, la provincia de Misiones dio un paso histórico con la aprobación de la Ley VI N° 209, también conocida como la Ley de Educación Emocional.

Esta ley, que tuve el honor de coautorizar junto al diputado Carlos Rovira, marcó un antes y un después en la manera en que entendemos y practicamos la educación en nuestra provincia.
Desde aquel día, comenzamos un viaje transformador que ha tocado la vida de miles de estudiantes, docentes y familias en Misiones. La Ley de Educación Emocional no solo nos dio un marco normativo para integrar la educación emocional en los planes de estudio, sino que también abrió las puertas a una nueva forma de enseñar, en la que las emociones y los vínculos afectivos ocupan un lugar central en el proceso de aprendizaje.
Como sujetos emocionales y sociales que somos, cada uno de nosotros lleva dentro un
universo de sentimientos que necesita ser comprendido y valorado. En la Fundación
Emocionar, creemos firmemente que el desarrollo de la inteligencia emocional es esencial para el crecimiento integral de nuestros estudiantes.
Por eso, desde la aprobación de la ley, hemos trabajado incansablemente junto al Ministerio de Educación y otras instituciones para capacitar a docentes y maestros en esta nueva forma de educación, que va más allá de los contenidos académicos tradicionales.
Es fundamental recordar que, como bien decía Sonia W. de Fox, “Cognición y Emoción
son dos caras de una misma moneda”. No podemos separar el aprendizaje intelectual del emocional, ya que ambos están profundamente entrelazados. Al incluir la dimensión afectiva y emocional en el proyecto pedagógico curricular, no solo reconocemos la importancia de las emociones en el desarrollo personal, sino que también potenciamos los aprendizajes, creando un ambiente educativo más humano y significativo.
Hoy, al cumplirse seis años de la sanción de esta ley, es un momento oportuno para
reflexionar sobre el impacto que ha tenido en nuestras escuelas y en nuestra comunidad.
Misiones ha sido pionera en la implementación de leyes que fortalecen la educación, y
estoy convencida de que el camino que hemos recorrido en estos años es solo el
comienzo de una transformación aún mayor.
Sigamos trabajando juntos para que cada niño, niña y joven en Misiones pueda crecer y aprender en un entorno que valore sus emociones, que fomente el respeto y la empatía, y que les permita desarrollar todo su potencial como seres humanos integrales.
Porque al final del día, lo que realmente importa es cómo nos sentimos, cómo nos conectamos con los demás y cómo construimos juntos un futuro más justo y emocionalmente saludable para todos.
*Profesora, María Inés Rebollo.