Según los expertos es un relato sobrenatural repleto de subtramas. La ficción de Baran bo Odar y Jantje Friese está ambientada en un barco que se encuentra a la deriva donde suceden eventos extraños y colisionan con diferentes mundos.
Por Micaela Bordón
Con una superproducción alemana, Netflix invita a hacer un viaje en el tiempo, que ya el título nos indica que así será. Los creadores de la ficción alemana estrenada en 2017, tratan de atraparnos una vez más con una trama oscura e intrincada en donde nada es lo que parece. Con ocho episodios, ya se encuentra disponible en la plataforma.
Sin caer en el spoiler, la serie nos adentra en un viejo barco de vapor que deja atrás el viejo continente. Los pasajeros, de diversos lugares de Europa, están unidos por sus sueños y esperanzas de un nuevo país y un futuro en el extranjero, en este caso, Nueva York. Lo que encontrarán a bordo convertirá su viaje a la tierra prometida en su más horrorosa pesadilla.
Para aquellos que disfrutan de ficciones de misterio, 1899 es altamente recomendable. Algo que destacaron los críticos de ficciones es que la serie presenta a sus actores hablando en su idioma natal, tal es el caso de Emily Beecham de origen británica; Andreas Pietchmann, alemán y el español Miguel Bernardreau, conocido por su personaje en Élite.
¿Por qué hay que ver 1899?
Es que la cantidad de información que recibe el televidente en forma de números, símbolos, flashbacks y otros pequeños detalles, requieren prestar atención en cada capítulo para intentar comprender el misterio que envuelve a los barcos Kerberos y Prometheus.
Pero eso no es todo, la música que ambienta cada capítulo está compuesta por Ben Frost (mismo compositor que en Dark). Además, en el cierre de los capítulos suenan desde Black Sabbath, David Bowie hasta Deep Purple, entre otros clásicos de los 60s, 70s y 80s.
