Lejos del sensacionalismo, el gigante de la plataforma streaming retrata a la perfección el caso del asesino serial Charles Cullen y su raid prolífico para alzarse con decenas de víctimas. La película del danés Tobías Lindholm ya se puede ver en Netflix.
Un thriller psicológico aterrador y escalofriante, la película que ya está disponible en la plataforma streaming, cuenta la historia del asesino serial que conmocionó a los Estados Unidos en los primeros años de este nuevo siglo. El es Charles Cullen, un enfermero que trabajó en hospitales de Nueva Jersey durante 16 años y cometió el asesinato de 29 pacientes, confesados por Cullen, aunque se sospecha la cifra asciende a unos 400.
Cuando a Cullen le preguntaron el motivo por el que mató a 29 personas, solamente se limitó a decir que “no quería verlos atravesar circunstancias inhumanas”. El film del danés Tobias Lindholm cuenta con los protagónicos de Eddie Redmayne en el rol de Cullen y de Jessica Chastain como Amy, colega que aportó los datos necesarios para dar con la detención del “ángel de la muerte”.
El largometraje de Lindholm está basado en el libro The Good Nurse: A True Story of Medicine, Madness, and Murder de Charles Graeber, y muestra en detalle la impunidad con la que se manejaba Cullen, la falta de control de los directivos de los hospitales de Nueva Jersey en los que trabajaba y cómo encubrían cada sospecha en el afán de no manchar la reputación de la institución.
Según el medio New York Times, ese motivo fue propicio para que el enfermero asesino continúe perpetrando sus asesinatos, hasta que finalmente, su colega interpretada por Jessica Chastain, juntó las pruebas necesarias para entregarlo a las autoridades.
Cuando comenzaron los asesinatos de Charles Cullen
Todo comenzó en 1988, cuando empezó a trabajar en el hospital Saint Barnabas, Cullen les administraba a los pacientes medicación que no era compatible con sus cuadros, y la mayoría de ellos moría por sobredosis de insulina, método retratado en la película. El hombre tomaba las bolsas intravenosas y les hacía pequeños agujeros por donde suministraba la medicación.
A finales de los 90′, el “Ángel de la Muerte” ya había pasado por seis hospitales, hasta que finalmente entre 2000 y 2003 trabajó en el centro médico de Somerville, Nueva Jersey, lugar donde Amy Loughren aportó los datos necesarios para finalmente apresarlo.
“Se estima que, de acuerdo al promedio de asesinatos en cada hospital, Cullen pudo haber matado hasta a 400 personas, siempre utilizando el método de sobredosis de insulina y digoxina”, declararon las autoridades. Actualmente tiene 62 años y se encuentra cumpliendo su condena en la prisión estatal de Trenton con once cadenas perpetuas.
