
Con una entrada calma pero firme, este miércoles, pasadas las 21.00 horas, Abel Pintos tomó el escenario del Polideportivo Santa María de Posadas. El día cálido no fue pretexto para las cientos de personas que se acercaron al lugar con el objetivo de ser partes del icónico regreso del cantante a la provincia. En un ambiente plagado de abanicos, carteles y vinchas con luces, el músico abrió la velada con una de las melodías más esperadas: Sueño Dorado.
La vestimenta de hebras color café, lucida por el cantante, marcaba la tendencia de la noche y; junto al carisma abismal y su voz inquebrantable, las miradas del público local reafirmaron su amor hacia el artista, quienes no dudaron en ovacionarlo tras su salida al escenario.

Creo en ti, Sin principio ni final y La llave fueron las tres melodías iniciales que marcaron la primera hora de show. Los coros, los aplausos e incluso las lágrimas de quienes se encontraban en las primeras filas acompañaban los acordes de cada canción.

Ante el fin de cada hit, la sonrisa de gratitud del artista volvía a generar nuevos aplausos y gritos que denotaban el cariño inconmensurable de sus fans. “Muchas gracias, Posadas. Me siento muy feliz. Siempre que venimos la pasamos increíble. Todos los conciertos que hacemos acá son memorables. Y ya estamos viviendo otra vez un momento inolvidable”, fueron las primeras palabras expresadas por el cantante hacia su público.
Uno de los momentos más destacados de la noche llegó cuando intérprete agarró su guitarra acústica y generó un clima íntimo con cada una de las almas presentes tras entonar Como te extraño. Como solo él puede lograrlo, Abel Pintos suscitó un momento de silencio frente al público, hipnotizado con la magnitud vocal del artista. La ovación tuvo su instante de esplendor luego de que sonaran las trompetas y el estribillo provocara una tonada masiva entre los presentes.

El show continuó con Aquí te espero, Oncemil, Cien años, Aventura, Tu voz, Motivos y De solo vivir. Al grito de ‘Olé, olé, olé, olé, Abel’, los fanáticos pedían una canción más al artista, que sacó a relucir sus pasos de baile con Y la hice llorar y; lo que parecía ser la última canción de la noche, Que me falte todo -Ft. que interpreta junto al cantante cordobés LuckRa-.

El humo y las luces color azul daban una sensación de soledad y adiós, pero el aclamo colectivo trajo al protagonista de la noche de regreso al escenario. A-Dios y Piedra libre marcaron el final definitivo de una velada que duró más de dos horas. Con un saludo de agradecimiento junto a sus músicos, Abel Pintos se despidió del público misionero hasta una próxima vez.
Fotos: Sixto Fariña